La iniciativa involucra a escolares y asociaciones locales para fomentar la conciencia ambiental y mejorar el ecosistema
En una apuesta firme por la sostenibilidad y el medio ambiente, el Ayuntamiento de Cullera ha dado inicio a una ambiciosa campaña de reforestación con motivo del Día del Árbol de la Comunidad Valenciana, celebrado el 31 de enero. Este año, la campaña cuadruplica su impacto con la plantación de 2.000 ejemplares de especies autóctonas como el pino blanco, el algarrobo y el palmito en la montaña del municipio.
El objetivo de esta iniciativa no es solo aumentar la masa forestal y la biodiversidad de la zona, sino también reducir el riesgo de incendios, prevenir la erosión del suelo y mejorar la calidad del aire.
Un compromiso con la sostenibilidad y la educación ambiental
El concejal de Medio Ambiente de Cullera, Víctor López, ha destacado la importancia de esta reforestación, subrayando que se trata de una acción clave para la preservación del entorno natural. “Queremos repoblar nuestra montaña con especies que se adaptan al clima mediterráneo y que pueden resistir mejor las sequías y las plagas”, ha señalado López.
Además, el edil ha enfatizado el papel educativo de la actividad, ya que involucra activamente a los escolares del municipio. “Es fundamental que nuestros jóvenes tomen conciencia de los desafíos ambientales a los que nos enfrentamos y asuman su responsabilidad en la protección del medio ambiente”, ha afirmado.
Apadrinamiento de árboles y participación ciudadana
Una de las iniciativas más emotivas de la campaña es el apadrinamiento de árboles por parte del alumnado. Cada niño y niña pone su nombre a un árbol recién plantado, lo que fomenta el sentido de pertenencia y la responsabilidad sobre su cuidado.
El programa ha arrancado esta semana con la participación de estudiantes de 4.º de primaria de los centros educativos locales. La semana próxima, los días 5 y 6 de febrero, continuará con el alumnado de 1.º de la ESO, la Escuela de Adultos de Cullera y los estudiantes de Formación Profesional de agraria y jardinería del IES Blasco Ibáñez.
Como novedad en esta edición, se ha ampliado la participación a asociaciones locales, reforzando así el tejido comunitario en torno a la preservación del medio ambiente.
Impacto ambiental positivo
Los beneficios de esta reforestación van más allá del embellecimiento del paisaje. Se estima que, una vez alcanzada la madurez, estos 2.000 árboles absorberán anualmente alrededor de 20 toneladas de CO₂, contribuyendo significativamente a la lucha contra el cambio climático y a la mejora de la calidad del aire en la zona.
Con iniciativas como esta, Cullera se consolida como un referente en la promoción de la sostenibilidad y la educación ambiental. ¿Qué otras acciones crees que deberían implementarse para seguir fomentando la conciencia ecológica en las nuevas generaciones?