vlcseo
La playa de Xeraco se convirtió este miércoles en el epicentro del almuerzo valenciano con la celebración del mayor encuentro popular de almorzadores de la Comunitat Valenciana. Más de 2.000 personas se reunieron en el entorno de FIESCREM para compartir mesa, tradición y reivindicación en un evento sin precedentes.
Organizado por el colectivo @almorzar_4magnificos junto a un núcleo de bares comprometidos con la defensa del esmorzar valencià, el evento supuso la consolidación de una iniciativa que ha crecido exponencialmente en solo dos años y ocho ediciones.
🔥 Bares organizadores: la élite del almuerzo
Detrás del éxito de este acto están algunos de los bares más emblemáticos de toda la Comunitat, verdaderos embajadores del almuerzo valenciano:
- Los Abetos (Torrent), con su mítica barbacoa sobre camión tráiler
- Bar Restaurant L’Institut (Riba-roja)
- La Nueva Terraza (La Pobla de Vallbona)
- Restaurante Quitin (Burjassot)
- Els Arcs (L’Alcúdia)
- Bar Ca Ximo (Algemesí)
- Club de Campo Les Palmeretes (Sueca)
- Bar Ca Saoret (Tavernes de la Valldigna)
- Bar L’Estació (Xeraco), anfitrión local
- Casa El Flare
- Anemal Lio
Estos bares, además de aportar su experiencia y sabor, han sido parte activa en la organización, logística y difusión del evento, demostrando que el almuerzo valenciano es una pasión compartida y un motor de comunidad.
🍳 Gasto tradicional, torra y cremaet con alma solidaria
Durante el encuentro se sirvió el clásico gasto con tres tapas para compartir, una torra individual y el imprescindible cremaet final, preparado por el ganador del FIESCREM 2024. No faltó el tradicional brindis de la arrancaora, ni la complicidad entre generaciones unidas por el sabor y la memoria.
El almuerzo también tuvo un componente solidario: parte de la recaudación se destinó a la Asociación Valenciana de lucha contra la ELA, subrayando que esta gran cita no solo es festiva, sino profundamente comprometida.
💬 Una celebración sin ayudas, hecha con pasión
Sin financiación institucional, el éxito del evento recayó en el esfuerzo colectivo de organizadores, bares y colaboradores, que lograron una jornada ejemplar en participación, respeto y autenticidad. Desde la organización se destacó que el objetivo no es económico, sino cultural y emocional: proteger y promocionar el almuerzo valenciano como se merece.
