🧙♂️ Leyenda de Valencia: La Historia del Dragón del Patriarca
La ciudad de Valencia es rica en historias y leyendas que se han transmitido de generación en generación, y una de las más fascinantes es sin duda la del Dragón del Patriarca. Esta leyenda tiene sus raíces en el siglo XVII y sigue siendo una de las más contadas en las calles de la ciudad.
Para entender esta leyenda, nos trasladamos al antiguo Colegio del Patriarca, fundado por San Juan de Ribera en 1603. Según la tradición, los monjes que habitaban el lugar aseguran que en las catacumbas bajo el edificio existía una criatura sorprendente. Este ser, descrito como un enorme dragón, hacía eco de sus rugidos por las piedras del colegio, infundiendo terror en los corazones de aquellos que escuchaban su feroz grito.
La leyenda señala que la bestia no era del todo común, pues se decía que había llegado a Valencia mucho antes de la fundación del colegio. Algunos relatos antiguos mencionan que este dragón era una criatura mística, que había nacido de una maldición milenaria relacionada con las disputas entre los dioses antiguos que habían sido venerados en tiempos paganos. Su presencia en el área era un castigo a la humanidad por reclamar tierras sagradas.
Con el paso de los años, la historia del dragón se expandió por toda la ciudad, y muchos curiosos intentaron avistar al monstruo, pero pocos se atrevían a indagar demasiado profundo en los túneles subterráneos. Según la leyenda, aquellos insensatos que se aventuraron sin preparación adecuada jamás regresaron. El temor a este destino inevitable hacía que los habitantes de la comunidad evitaran deliberadamente las áreas cercanas al Patriarca al caer la noche.
El dragón del Patriarca no solo era una figura de terror, sino que también se convirtió en el símbolo de los misterios y secretos de la ciudad de Valencia. Se dice que fue obra de héroes anónimos quienes, armados con valentía y el deseo de proteger a su comunidad, finalmente lograron someter a la criatura. La leyenda narra que tras una ardua confrontación, utilizaron magia y astucia para encerrar al dragón en las entrañas bajo el Patriarca, donde permanecería dormido, custodiado por uno de los amuletos más potentes traídos por los cruzados. Este amuleto estaba destinado a garantizar que la bestia no volvería a caminar por la tierra.
Con el paso del tiempo, esta historia fue perdiendo credibilidad, considerándola muchos como un mito más de aquellos que utilizaban el miedo para controlar a la población. Sin embargo, en cada generación, había quienes aseguraban escuchar nuevamente los ecos del monstruo, y ciertos fenómenos inexplicables continuarían ocurriendo en los alrededores, manteniendo vivo el misterio.
La leyenda del Dragón del Patriarca se terminó de afianzar en la cultura popular valenciana en parte gracias a un esqueleto de cocodrilo que fue traído de conocer tierras en el Nuevo Mundo por un navegante valenciano. Este esqueleto fue colgado en la entrada del colegio, y rápidamente la población comenzó a asociarlo con el temido dragón de la leyenda, asegurando que sus huesos eran todo lo que quedaba de la criatura legendaria. Aquellos que visitaban el Patriarca no podían evitar quedarse embelesados ante la visión de esos restos, a la vez que se contaban los antiguos relatos y surgían nuevos sobre el origen y la caída del dragón.
Hoy en día, esta estructura ósea sigue en exposición, atrayendo a curiosos que desean observar por sí mismos al que una vez fuera el protagonista de tantas historias de terror en Valencia. Esta leyenda sigue viva, recordando a todos la rica historia y cultura de la región valenciana, un lugar donde lo místico y lo real se entrelazan en tradiciones que perviven a lo largo del tiempo.