vlcseo🧙♂️ Leyenda de Valencia: La Mare de Déu dels Desemparats
La historia de la Mare de Déu dels Desemparats es una de las leyendas más queridas y representativas de Valencia. Su origen se remonta al siglo XV, un período en el que la ciudad florecía tanto cultural como económicamente. Sin embargo, a pesar de su prosperidad, Valencia también enfrentaba desafíos sociales, especialmente en torno al cuidado de los marginados: los locos, huérfanos y pobres sin hogar.
Según la leyenda, en el año 1414, tres jóvenes llegaron a Valencia con una misión que solo ellos conocían. Venían desde un lugar lejano y se habían autodenominado los “Peregrinos”. Iban acompañados de una única estatua, la imagen de María, que era notablemente singular por su inclinación hacia adelante, como si estuviera cuidando a alguien desde arriba. Estos tres jóvenes afirmaron haber tenido una visión de la Virgen María, quien les había encomendado la tarea de establecer una capilla dedicada a ella para ayudar a los desamparados.
La comunidad valenciana, siempre devota, decidió apoyar la causa, conmovida por la historia de los peregrinos. Con el tiempo, la imagen fue colocada en una pequeña capilla, conocida como el Hospital de los Inocentes, invocando la protección celestial sobre aquellos que no tenían a nadie más que los cuidara. Este gesto de devoción creció y pronto se decidió que era necesaria una iglesia más grande para albergar a tantos devotos que venían a rendir homenaje.
Fue así como se construyó la Basílica de la Virgen de los Desamparados, cuya primera piedra se colocó en 1652. La imagen original, conocida cariñosamente como la “Geperudeta”, debido al ligero encorvamiento de sus hombros, fue llevada en gran procesión hasta su nueva morada. La devoción por la Virgen de los Desamparados se expandió rápidamente por toda la región y cada año, el segundo domingo de mayo, se celebra su fiesta con gran fervor.
Más allá de la iconografía y los rituales, la verdadera esencia de esta leyenda está en el mensaje humanitario que transmitieron los tres jóvenes peregrinos. Su historia inspira a generaciones a brindar ayuda y compasión a los más necesitados, recordando a la comunidad la importancia del cuidado social y el amor al prójimo.
Otra versión de la leyenda, según algunos estudiosos, sugiere que los tres peregrinos eran miembros de una orden religiosa secreta dedicada a la beneficencia. Estos hombres no solo llevaron la imagen milagrosa sino que se encargaron de que los más vulnerables recibieran ayuda durante su travesía. Se les atribuye también la mística de haber desaparecido un día sin previo aviso, dejando solo la imagen de la Mare de Déu, consolidando así la creencia de que fueron enviados divinos.
La figura de la Mare de Déu dels Desemparats también está vinculada a numerosos milagros narrados a lo largo de los siglos. Dicen que los fieles han visto lagrimear la imagen, y muchos han afirmado haber sido testigos de su intercesión en momentos de necesidad crítica. Durante epidemias, hambrunas y guerras, la Virgen de los Desamparados ha sido un símbolo de esperanza y fe para el pueblo valenciano.
En la actualidad, la Basílica de la Virgen de los Desamparados sigue siendo un centro de peregrinación donde valencianos de todas las edades encuentran consuelo bajo la mirada protectora de la “Geperudeta”. Un paseo por sus interiores permite admirar no solo la histórica imagen, sino también todas las ofrendas y votos de gratitud de aquellos que han recibido lo que consideran un milagro.
Es tal su importancia que la Comunidad Valenciana la celebra no solo durante la fiesta anual, sino también con una serie de rituales que ya son parte del ADN cultural de la región. Desde las solemnes procesiones hasta los coloridos “pasacalles”, la Mare de Déu es una figura omnipresente cuyo legado y leyenda continúan vivos en la memoria colectiva de todos los valencianos.
La Mare de Déu dels Desemparats no es solo un testimonio de la fe religiosa, sino también una manifestación de la cultura y los valores sociales de la región valenciana, que perdura a través del tiempo, recordándonos la importancia de la compasión y el cuidado de aquellos que la sociedad a menudo olvida.
