Con más de 160 fallecidos y daños incalculables en múltiples municipios, la DANA que ha afectado a la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha se ha convertido en la segunda peor catástrofe natural en España en más de medio siglo. El impacto devastador de esta tormenta, que ha dejado cientos de personas sin hogar y múltiples localidades incomunicadas, nos obliga a repasar otras tragedias meteorológicas que han marcado al país.
Un desastre sin precedentes en la historia reciente
La DANA de 2024 ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de la Comunidad Valenciana y el resto del país. Los municipios valencianos más afectados, como Paiporta, Sedaví y Catarroja, han quedado casi completamente paralizados por las inundaciones y la destrucción que han dejado las lluvias torrenciales. Este evento es ya la peor catástrofe meteorológica en España desde 1973, superando en impacto a la riada del camping de Biescas en 1996 y a la rotura de la presa de Tous en 1982.
Con más de 160 víctimas mortales, este fenómeno meteorológico se sitúa solo por detrás de la trágica riada del Vallés en 1962, en Barcelona, que dejó 800 fallecidos. La DANA de 2024 ha dejado una huella profunda en la Comunidad Valenciana, con una gran cantidad de municipios convertidos en zonas de desastre y una población desesperada que clama por ayuda urgente.
La DANA en contexto: otras catástrofes naturales que marcaron a España
A lo largo de los años, España ha sufrido catástrofes naturales que han dejado una huella indeleble en la memoria colectiva. Repasamos algunas de las tragedias más destacadas:
- Riada del Vallés, Barcelona (1962): La peor tragedia natural registrada en España, con 800 fallecidos. Las inundaciones arrasaron los municipios de Terrassa y Rubí, dejando miles de heridos y pérdidas económicas devastadoras.
- Rotura de la presa de Vega de Tera, Ribadelago (1959): En Zamora, la rotura de este dique liberó millones de metros cúbicos de agua, arrasando el pueblo y provocando la muerte de 144 personas. Este suceso despertó la necesidad de mejorar la seguridad en las infraestructuras hidráulicas del país.
- Riadas del sureste peninsular (1973): Las lluvias torrenciales causaron la muerte de 150 personas en Granada, Alicante, Almería y Murcia. Las imágenes de las devastadoras crecidas de los ríos permanecen en la memoria de los habitantes de estas zonas.
- Inundaciones en Valencia (1957): Una de las tragedias más recordadas en la Comunidad Valenciana, con 81 fallecidos y miles de damnificados. Este suceso llevó al desvío del río Turia y a la creación del actual jardín del Turia, un espacio verde que recorre la ciudad y protege de futuras inundaciones.
- Crecida repentina en el camping de Biescas (1996): El torrente de Arás se desbordó repentinamente y arrasó el camping Las Nieves, causando 87 muertos y 187 heridos. Este desastre reveló los peligros de construir en zonas de riesgo y motivó una revisión de las políticas urbanísticas en España.
El impacto en los municipios valencianos: Paiporta, Sedaví, Catarroja y más
La DANA de 2024 ha golpeado duramente a la Huerta Sur de Valencia, especialmente en municipios como Paiporta, el más afectado, donde se registraron al menos 40 fallecimientos. Sedaví, por su parte, se ha convertido en un “cementerio de coches” debido a las fuertes inundaciones, mientras que en Catarroja y otros pueblos cercanos, los daños materiales son cuantiosos y los vecinos continúan sin servicios básicos como electricidad y agua potable.
Además, localidades como Albal, Manises, Picaña, y Alfafar siguen sufriendo las secuelas de las lluvias extremas, con calles cubiertas de lodo y cientos de familias desalojadas de sus hogares. Las imágenes de estos pueblos muestran viviendas destruidas, coches amontonados y comercios arrasados, reflejando una estampa de devastación.
¿Por qué esta DANA ha sido tan devastadora?
Los expertos señalan que el cambio climático ha incrementado la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos como las DANAs, también conocidas como gotas frías. Estas tormentas se caracterizan por lluvias torrenciales en períodos cortos de tiempo, lo que produce crecidas repentinas en ríos y barrancos. En esta ocasión, la DANA ha coincidido con un terreno ya saturado de agua y un sistema de drenaje insuficiente en muchos municipios, lo que ha exacerbado los efectos de las inundaciones.
La combinación de infraestructura limitada, alta densidad poblacional en algunas áreas y una mayor frecuencia de fenómenos extremos han puesto en evidencia la necesidad de mejorar las estrategias de mitigación y respuesta a emergencias en la Comunidad Valenciana y en toda España.
La respuesta de las autoridades y el papel de la sociedad civil
Las autoridades locales y autonómicas han declarado el estado de emergencia en las zonas afectadas, y el gobierno central ha desplegado la Unidad Militar de Emergencias (UME) para asistir en las labores de rescate y recuperación. Sin embargo, la magnitud de la tragedia ha generado críticas sobre la velocidad de respuesta y la falta de recursos en ciertas áreas críticas.
Además, la sociedad civil se ha movilizado de manera admirable. Vecinos, voluntarios y organizaciones de toda España han enviado donaciones, alimentos y agua a las zonas más afectadas. En redes sociales, se han viralizado campañas de ayuda y solidaridad, y se han establecido puntos de recolección de suministros en varias ciudades para apoyar a las familias afectadas.
La DANA de 2024: una llamada de atención para el futuro
La tragedia de esta DANA deja una lección clara: el cambio climático está aquí, y España necesita prepararse para fenómenos meteorológicos extremos de una manera mucho más contundente. Los expertos subrayan la importancia de revisar las infraestructuras, mejorar los sistemas de alerta temprana y reforzar la planificación urbana para minimizar el impacto de futuras DANAs y otras catástrofes.
Esta tormenta es una llamada de atención para todas las regiones vulnerables en el Mediterráneo. En un contexto de emergencia climática, la inversión en infraestructura resistente, la gestión de riesgos y la educación ciudadana serán clave para mitigar los efectos de eventos como este.
La DANA de 2024 pasará a la historia como una de las catástrofes naturales más devastadoras en España. La comunidad valenciana enfrenta ahora el difícil proceso de reconstrucción y de sanar las heridas dejadas por esta tragedia.
¿Qué medidas piensas que deberían implementarse en el futuro para evitar tragedias similares? ¿Crees que la sociedad está suficientemente preparada para enfrentar el cambio climático y sus consecuencias?