📍 Torrevieja (Alicante), abril de 2025
En el corazón de la Semana Santa torrevejense hay una historia que habla de fe, integración y arraigo: la historia de la Confraria dels Anglesos, una singular hermandad compuesta principalmente por ciudadanos británicos que desde hace casi veinte años portan con devoción el paso de Jesús en Oración en el Huerto de los Olivos. Una escena bíblica que, cada año, se pasea por las calles de la ciudad con una esencia tan mediterránea como multicultural.


Una Semana Santa que habla en varios idiomas
Torrevieja es una de las ciudades más internacionales de la Comunidad Valenciana. Con una población que ronda los 100.000 habitantes y hasta 123 nacionalidades distintas conviviendo, su Semana Santa refleja esa diversidad de manera natural y emocionante. De las quince cofradías que conforman las celebraciones religiosas de la ciudad, hay una que brilla por su carácter cosmopolita: la Confraria dels Anglesos, como la conocen popularmente los vecinos.
El nombre no es oficial, pero sí el más cariñoso. Su denominación completa es Confraria del Nostre Pare Jesús en Oració en l’Hort de les Oliveres, y fue creada en 1984. Pero fue en 2006 cuando un grupo de ciudadanos británicos que residían en la ciudad ofrecieron un gesto sorprendente: portar el paso al hombro durante las procesiones. A partir de entonces, y hasta hoy, se ganaron con esfuerzo y devoción un lugar propio en las celebraciones más sentidas de la ciudad.
Una responsabilidad que se ha convertido en tradición
Desde aquel año, el grupo —formado por hombres y mujeres, en su mayoría de nacionalidad británica, pero también de otras procedencias— no ha faltado a la cita anual con la Semana Santa. Con túnicas, capuchones y la emoción a flor de piel, estos “ingleses adoptivos” se integraron en las costumbres religiosas con respeto, aprendiendo cada detalle del protocolo, cada símbolo, cada emoción.
“Me encanta hacerlo en mi país de adopción”, contaba Adam, uno de los portadores, con un castellano aprendido entre procesión y procesión. Sus palabras no solo expresan amor por la tradición, sino también gratitud hacia una ciudad que les acogió.
El Brexit, una sacudida para la hermandad
Sin embargo, el vínculo transfronterizo también ha sufrido sus altibajos. La salida del Reino Unido de la Unión Europea supuso un antes y un después para muchos británicos residentes en España. En Torrevieja, muchos de los confrares británicos tuvieron que regresar a su país, lo que redujo significativamente el número de portadores disponibles.
Ante la imposibilidad de mantener el paso al hombro, la cofradía decidió adaptarse: el paso salió montado sobre ruedas. Un cambio técnico, sí, pero sin perder ni un ápice de dignidad ni de fe. “Lo sacamos con mucho orgullo”, asegura Núria González Selva, presidenta de la cofradía. “Para nosotros, lo importante es estar ahí, mantener la tradición y seguir caminando juntos, hombro con hombro, o rueda con rueda”.
Fervor más allá de la religión
Lo más llamativo de esta cofradía no es solo el idioma o la nacionalidad de sus miembros, sino el hecho de que muchos de ellos ni siquiera comparten la fe católica. Algunos son anglicanos, otros protestantes, otros simplemente sienten afinidad cultural. Pero todos comparten el respeto y la emoción de participar en un ritual profundamente arraigado en la cultura local.
El fervor que transmiten es auténtico. Se han aprendido los cánticos, entienden el significado de cada parada, sienten el peso no solo físico, sino simbólico, de la imagen que portan. “Hay algo mágico en el silencio de la procesión, en el sonido del tambor y la vela encendida. No necesitas ser católico para emocionarte”, contaba una de las portadoras, originaria de Escocia.
Tradición local, alma global
El paso de la Confraria dels Anglesos ha dejado de ser una curiosidad para convertirse en parte fundamental del imaginario colectivo de Torrevieja. En una ciudad que crece y se transforma con la llegada constante de nuevos residentes de todo el mundo, esta cofradía representa una forma viva de integración y respeto mutuo.
Su participación no solo enriquece la Semana Santa local, sino que envía un mensaje poderoso: que la tradición no se pierde cuando se comparte, sino que se fortalece. Que la identidad puede ser acogedora. Y que la fe, incluso desde diferentes credos, puede caminar unida bajo una misma luna y al ritmo del mismo tambor.
El futuro de una cofradía internacional
Pese a las dificultades que puedan venir —ya sean demográficas, burocráticas o logísticas—, la Confraria dels Anglesos sigue adelante. Con su esencia británica intacta, pero con el corazón ya arraigado en la Vega Baja, se preparan cada año para seguir caminando junto a las demás hermandades torrevejenses, iluminando las calles y los corazones.
Porque en Torrevieja, desde hace casi veinte años, la fe también se reza en inglés.