Mientras en Valencia el Santo Grial descansa tranquilamente en su capilla desde hace siglos, Cataluña decide que un poco de creatividad histórica nunca viene mal para sus campañas turísticas. ¿El resultado? Una polémica digna de telenovela y un videopodcast que ha sacado chispas entre las dos regiones.
Porque, claro, ¿qué mejor manera de atraer turistas que reescribir (o más bien reinventar) un poquito la historia? En un movimiento que seguramente hará historia, la Agencia Catalana de Turismo ha decidido que es hora de que el Santo Grial se embarque en una pequeña aventura. Pero no, no estamos hablando de que los curas de la Catedral de Valencia hayan prestado la reliquia para un paseo por Barcelona, ¡ni mucho menos! Hablamos de Grial, un flamante videopodcast que ha hecho que más de uno en Valencia se suba por las paredes, mientras en Cataluña se frotan las manos.
¿Qué pasa con el Grial? Una historia de marketing con demasiados giros
Lo primero es lo primero: el Santo Cáliz, o Grial, como lo llama la gente de marketing, está en Valencia desde el siglo XV. Es un hecho histórico que nadie discute. Bueno, casi nadie. Porque si te pones a ver el videopodcast Grial, producido por la Agencia Catalana de Turismo, podrías llegar a pensar que, con un poco de suerte, el Grial podría estar en cualquier rincón de Cataluña. Y no estamos hablando de una simple copa de vino perdida entre los viñedos de la Terra Alta; estamos hablando de la copa más famosa de la historia, esa que usó Jesucristo en la Última Cena. Sí, esa misma.
El videopodcast Grial sigue las aventuras de dos personajes ficticios, Pep y Laia, en una épica búsqueda a lo largo de Cataluña para encontrar un supuesto Grial. Todo muy emocionante y lleno de misterio. Y, claro, todo muy confuso también, porque la serie deja caer la posibilidad de que el verdadero Grial esté en algún lugar de Cataluña, mientras que, en la vida real, Valencia sigue custodiando el Santo Cáliz con todo el orgullo del mundo.
¿Turismo o apropiación cultural? Valencia dice “¡Basta ya!”
Desde el Ayuntamiento de Valencia, la reacción no se ha hecho esperar. No es para menos. Imagínate que llevas siglos cuidando de una reliquia sagrada, una pieza clave de tu historia y tu identidad, y de repente, otra región aparece con un videopodcast insinuando que, bueno, quizás el Grial podría estar en su territorio. Pues claro, los valencianos están indignados, y no solo por el contenido del podcast, sino también por la forma en que se ha jugado con un símbolo tan importante.
Para Valencia, esto no es solo una cuestión de turismo, aunque, evidentemente, el turismo tiene mucho que ver. El Santo Cáliz atrae cada año a miles de visitantes a la ciudad, y no es cualquier atracción turística. Es un símbolo de devoción religiosa y un tesoro histórico. Así que cualquier intento de apropiarse (aunque sea de manera ficticia) del Grial se siente como una afrenta directa. Para los valencianos, el Grial no es solo una reliquia más; es un elemento clave de su identidad.
El videopodcast “Grial”: Tecnología avanzada y creatividad… ¿histórica?
Pero volvamos al videopodcast, que es el epicentro de toda esta controversia. Grial es una ambiciosa producción de once episodios que mezcla historia, ficción, y una tecnología inmersiva avanzada que, según sus creadores, permite al oyente “sentirse dentro de la historia”. Hasta ahí, todo muy bien. Innovar es clave en el marketing turístico, y no hay nada de malo en explorar nuevos formatos para atraer visitantes. Pero, ¿dónde está el límite entre la creatividad y la tergiversación histórica?
La directora general de Turismo de Cataluña, Cristina Lagé, no se anda con rodeos: “Nos gusta ser pioneros en llegar a nuevas audiencias de manera creativa e innovadora”. Y, desde luego, lo han logrado. El videopodcast utiliza una tecnología binaural que envuelve al oyente con sonidos en 360 grados, creando una experiencia inmersiva que, según dicen, te transporta directamente al centro de la acción. Todo suena muy impresionante, pero si eres de Valencia, probablemente no te impresione tanto cuando te das cuenta de que el “centro de la acción” está desplazando la historia hacia Cataluña.
Y no es solo el uso de la tecnología lo que ha llamado la atención. Grial también cuenta con un elenco de actores y actrices de primera línea, como Michelle Jenner y Pol Monen, además de apariciones especiales de cómicos como Andreu Buenafuente. Por si fuera poco, también participan las podcasters de Terrores Nocturnos, Emma Entrena y Silvia Ortiz. Es decir, han lanzado toda la artillería pesada para asegurarse de que este videopodcast no pase desapercibido. Y no lo ha hecho, aunque quizás no por las razones que esperaban.
Javier Sierra: El experto en el Grial que ahora juega para el otro equipo
Uno de los detalles más curiosos de todo este asunto es la participación de Javier Sierra, un renombrado escritor y experto en el Santo Grial, que ha prestado su voz y su conocimiento para el guion de Grial. Hasta aquí, nada raro. Lo extraño es que Sierra ha sido uno de los defensores más acérrimos de la conexión entre el Santo Cáliz y Valencia. Entonces, ¿qué hace participando en un proyecto que, de alguna manera, sugiere que el Grial podría estar en Cataluña? Buena pregunta.
Sierra, ganador del Premio Planeta, es una figura respetada en el mundo de la literatura histórica, y su implicación en el videopodcast ha sido vista por muchos como un guiño de autoridad. Sin embargo, su presencia en este proyecto ha dejado a más de uno rascándose la cabeza. ¿Está respaldando la idea de que el Grial podría estar en Cataluña? ¿O simplemente está aprovechando la oportunidad de involucrarse en una producción de alta calidad? Sea como sea, su participación ha añadido una capa extra de complejidad a una polémica que ya de por sí estaba bastante enredada.
¿Promoción turística o desinformación?
Lo cierto es que, al final del día, Grial es solo un videopodcast de ficción. Y, como tal, tiene todo el derecho a jugar con leyendas e historias. Pero cuando esa ficción toca temas tan sensibles como el Santo Grial, no es de extrañar que las reacciones sean intensas. Cataluña ha decidido aprovechar la leyenda del Grial como un recurso para promover su turismo, fusionando historia, misterio y cultura en un paquete de entretenimiento moderno. Y aunque esta iniciativa pueda parecer inofensiva desde un punto de vista estrictamente comercial, las implicaciones van mucho más allá.
El turismo es un negocio, y uno muy lucrativo. Tanto Valencia como Cataluña dependen en gran medida de los ingresos generados por sus visitantes. Pero mientras que Cataluña parece estar utilizando la historia del Grial como una herramienta más en su arsenal de marketing, para Valencia, la historia no es un juego. Es un patrimonio que han conservado durante siglos, y cualquier intento de apropiarse de él, incluso a nivel narrativo, es percibido como una amenaza.
El Grial y la lucha por la identidad cultural
A medida que el turismo global se vuelve cada vez más competitivo, las regiones están recurriendo a estrategias más creativas (y, en algunos casos, más controvertidas) para destacarse. Cataluña ha demostrado ser una experta en esto, utilizando el videopodcast para captar la atención de un público joven e interesado en las leyendas y el misterio. Pero en su afán por innovar, han pisado el terreno sagrado de Valencia.
¿Es Grial solo una simple herramienta de marketing o hay algo más en juego? En un mundo donde la historia y la cultura se comercializan como productos turísticos, la línea entre la promoción legítima y la apropiación cultural se vuelve cada vez más difusa. Cataluña ha lanzado una propuesta ambiciosa, y aunque los resultados están por verse, ya ha logrado lo que todo buen marketinero desea: generar conversación. Aunque quizás, no de la manera más amable.
Y ahora, la pregunta del millón: ¿Cómo va a responder Valencia?
El Santo Grial sigue en su capilla en la Catedral de Valencia, pero la batalla por su narrativa está lejos de terminar. El Ayuntamiento de Valencia, junto con otros organismos locales, está preparando su propia respuesta, que podría incluir nuevas campañas de promoción que reafirmarán su papel como los legítimos guardianes del Grial. Porque si algo ha quedado claro en todo este embrollo, es que el Grial, más que una reliquia, es un símbolo. Un símbolo de fe, de historia… y de turismo.
La pregunta que nos queda es: ¿cuánto más puede estirarse una leyenda antes de que deje de ser historia y se convierta en ficción pura y dura? Y más importante aún, ¿deberíamos preocuparnos por ello?
