vlcseoVALÈNCIA — En uno de los rincones más tranquilos y solemnes del casco antiguo de la ciudad, justo en la esquina que conecta la calle Caballeros con la Plaza de la Virgen, se alza una figura poderosa bajo un dosel gótico de piedra. Se trata del Arcángel San Miguel, una escultura cargada de historia que nos remite a una de las instituciones más importantes y hoy desaparecidas de la ciudad: la Casa de la Ciutat.
⚔️ Un símbolo medieval de protección
Durante siglos, San Miguel fue el patrón principal de València, antes de que compartiera protagonismo con San Vicente Mártir y más tarde con San Vicente Ferrer. Esta figura celestial no solo era venerada en lo religioso, sino también representaba la justicia, la vigilancia y el orden cívico, virtudes estrechamente asociadas al gobierno municipal.
Por eso, su imagen presidía uno de los espacios más emblemáticos de la Casa de la Ciutat: la Capilla dels Jurats, lugar de oración para los jurados y regidores que dirigían los destinos de València en época foral.
🏚️ De la demolición al renacimiento
Cuando la Casa de la Ciutat fue derribada en 1854, muchas de sus riquezas artísticas se perdieron para siempre. Sin embargo, a mediados del siglo XX, el Ayuntamiento de València decidió recuperar el espíritu de esa institución desaparecida promoviendo la reproducción de varias de sus obras escultóricas más emblemáticas.
En 1967, se encargó al escultor Florencio Ramón Ruiz la creación de una réplica en bronce del San Miguel gótico, utilizando la técnica de la cera perdida, con el objetivo de garantizar su durabilidad y su presencia pública.
👑 Un caballero celeste en los jardines del poder
La escultura fue colocada en los Jardines del Palacio de la Generalitat Valenciana, justo en el lugar que antiguamente ocupaba parte del solar de la Casa de la Ciutat. Allí, bajo una estructura de piedra con ornamentación gótica, se alza la imponente imagen del Arcángel San Miguel.
Representado como un caballero medieval, con armadura, lanza y escudo, el arcángel aparece dominando al demonio, que adopta la forma de un dragón encadenado a sus pies. Es una imagen que trasciende lo religioso y se convierte en una alegoría del orden sobre el caos, de la luz sobre la oscuridad.
🌟 Un vestigio del pasado, visible en el presente
Hoy, al pasear por los jardines del Palacio de la Generalitat, cualquier ciudadano o visitante puede detenerse frente a esta escultura y contemplar no solo su valor artístico, sino también su carga simbólica.
Este San Miguel en bronce es uno de los pocos restos visibles del legado de la antigua Casa de la Ciutat, y constituye un puente entre el pasado foral de València y la continuidad de sus instituciones.
📍 ¿Dónde verlo?
- Ubicación: Jardines del Palacio de la Generalitat Valenciana
- Acceso: Desde la Plaza de la Virgen (esquina con calle Caballeros)
- Visita recomendada: A cualquier hora del día, ideal para observar la escultura con luz natural
🧭 Epílogo: entre la historia y la leyenda
La figura de San Miguel no solo representa una creencia, sino también una memoria. Esa memoria que conecta al gobierno municipal medieval, su casa perdida, su capilla desaparecida y su eterno guardián celestial, que hoy, en silencio, sigue velando por València desde las sombras del poder.
