Se llama Anaís Bellido y es escritora. Ha escrito desde siempre, pero en 2016 empezó a escribir cuentos para si hijo y sus sobrinos. Surgió como un deseo de que conocieran sus orígenes, los de su familia materna ya que los tres vivían entre varios países y culturas. Lo que empezó siendo un relato de recuerdos familiares tomó vida propia, incluyendo una aventura donde los tres primos resuelven un misterio y por supuesto, libran en bandeja a los malos para que los arreste la policía.
“Misterio en el Pinar” fue el primer libro que escribió pero hoy nos trae Abrir el Viento un libro de Anais Bellido. Empezó a escribir Abrir el Viento en 2018. Al principio, su idea era escribir una historia corta sobre el comercio del abanico en Valencia. Ya había escrito relatos parecidos y si habéis leído algún (o todos) de los libros de la serie de “Raíces Profundas “, sabréis a qué me refiero.
Según la propia Anaís cuenta en su blog, la primera vez que se dió cuenta de la amplitud de aquella nueva aventura fue cuando sintió que Federico, uno de los personajes, debía salir fuera del círculo familiar y que iría a Mallorca. A veces, sus personajes tienen voluntad propia y no consultan con ella sus decisiones. Así, apareció el tío Jeremías, el hermano bohemio y escultor del estable y previsible Saturnino. Rosalía, la madre de Federico no está muy conforme con la idea de confiar el segundo de sus hijos a su cuñado. Federico acaba, no obstante, camino de Palma, un día de 1929.
Cuando descubrió que había un barrio llamado el Molinar, rebuscando en internet, pensé que seguramente sería un posible lugar de inspiración… ¿Pero, habría molinos en un barrio de pescadores?
El comercio y la vida económica han marcado grandes etapas de la Historia. Los cambios que se dieron en Valencia desde la mitad del siglo XIX hasta mediados del XX dieron a la ciudad un aspecto totalmente distinto. En la misma calle comparten espacio Llorenç y su familia por un lado, con Rosalía y Saturnino, por el otro. Los primeros se inician en el mundo del comercio, abren una tienda de abanicos, entorno a la cual giran grandes y pequeñas historias, sueños, esfuerzo, amistad y amor. Los segundos son herederos de las grandes fortunas valencianas. Ellos también viven del comercio, pero su mundo está vinculado a los núcleos de poder, a los pertenecen y participan. Ambas familias viven una enfrente de la otra, se entrecruzan en su vida cotidiana, pero se entremezclan muy pocas veces porque a pesar de la cercanía física, todo lo demás los separa. Todos viven, no obstante, las mismas circunstancias históricas y las viven según sus propios valores. No hay buenos ni malos en este novela. Sólo personas que intentan salir adelante a pesar de las dificultades.
