Jurados Jaume I critican recortes a la investigación científica

Preocupación en el ámbito científico por la disminución de la inversión pública

Los Jurados de los Premios Rei Jaume I han alzado su voz en Valencia para expresar su firme oposición a los recortes presupuestarios en ciencia llevados a cabo en España. En una reunión celebrada en la sede de la Fundación Premios Rei Jaume I, científicos, economistas y expertos de ámbito internacional han coincidido en la necesidad urgente de revertir las políticas regresivas en investigación, que a su juicio están poniendo en jaque el futuro del país.

Estos galardones, uno de los más prestigiosos del panorama nacional en materia de conocimiento e innovación, no solo reconocen la excelencia, sino que también sirven como plataforma para alertar sobre la desatención hacia sectores estratégicos como la ciencia, la tecnología y el desarrollo sostenible.

España: lejos del ideal europeo en inversión científica

Durante el encuentro, los miembros del jurado expusieron cifras preocupantes: España destina un 1.4% del PIB a I+D+i, muy lejos del 3% recomendado por la Unión Europea y por organismos internacionales como la OCDE. Esta brecha no solo ralentiza el avance tecnológico del país, sino que también perjudica su capacidad para atraer y retener talento.

Impactos negativos de los recortes en I+D+i

• Fuga de cerebros: jóvenes investigadores buscan oportunidades en el extranjero ante la precariedad laboral nacional.
• Falta de previsibilidad: los vaivenes presupuestarios dificultan proyectos a largo plazo.
• Competitividad empresarial limitada: sin inversión en innovación, las empresas españolas pierden posicionamiento global.

Voces expertas alertan que esta falta de apoyo puede tener consecuencias irreversibles. “No invertir en ciencia es cavar una tumba para el futuro económico y social de España”, afirman varios miembros del jurado.

Jurados de prestigio internacional refuerzan el clamor

Un jurado de más de cien personalidades del mundo científico y económico, incluidos más de 20 premios Nobel, se reunió en Valencia este junio para deliberar los galardonados de la edición 2024. Pero más allá de la deliberación, aprovecharon su presencia para lanzar un mensaje unánime al Gobierno y a la sociedad: “La investigación debe ser un pilar esencial del desarrollo humano”.

Este grupo de expertos recalca que países que han apostado constantemente por la ciencia han salido fortalecidos en momentos de crisis, como ocurrió durante la pandemia. Destacan también el papel clave de la ciencia básica, sin la cual las aplicaciones tecnológicas no serían posibles.

Ciencia como motor económico y social

Según declaraciones recogidas durante el evento, los jueces insistieron en que la ciencia no es un lujo, sino una necesidad estratégica. No solo impulsa la economía al generar patentes, negocios y empleo cualificado, sino que también tiene un impacto directo sobre:

• La salud pública, a través de avances médicos.
• La sostenibilidad medioambiental, por medio del desarrollo de tecnologías limpias.
• La educación y la formación de próximas generaciones.

La Fundación Premios Rei Jaume I como altavoz de la ciencia

La Fundación Premios Rei Jaume I lleva más de tres décadas reconociendo el talento investigador en España. Estos galardones no solo promueven la excelencia científica nacional, sino que también actúan como plataforma de reflexión sobre el papel de la ciencia en la sociedad.

En esta última edición, ante la evidencia del desplazamiento de prioridades presupuestarias, la Fundación hizo un llamamiento explícito al Ejecutivo central y a las comunidades autónomas para implementar políticas estables que aborden:

• La financiación suficiente y constante de la I+D+i.
• Los incentivos fiscales para la innovación empresarial.
• La recuperación del talento que trabaja en el extranjero.
• La agilización de procesos administrativos vinculados a proyectos de investigación.

Los seis ámbitos reconocidos en los premios

En esta edición, los Premios Rei Jaume I 2024 abarcaron las siguientes categorías, reflejando la diversidad e interdisciplinariedad de la investigación contemporánea:

• Investigación Básica
• Investigación Médica
• Protección del Medio Ambiente
• Nuevas Tecnologías
• Emprendimiento
• Economía

Los galardonados recibirán 100.000 euros, que deberán invertir parcialmente en investigación en España. Esto resalta el compromiso de los premios no solo con el reconocimiento simbólico, sino también con el refuerzo real del sistema científico nacional.

La desconexión política con las necesidades científicas

Uno de los mensajes más repetidos por los miembros del jurado durante las jornadas fue que actualmente existe una desconexión evidente entre las políticas públicas y la realidad científica. Muchos lamentaron que los gobiernos, independientemente del signo político, no consideren la ciencia una prioridad real.

Esta falta de prioridad se traduce en presupuestos intermitentes, ausencia de visión a largo plazo, y la imposibilidad de consolidar estructuras científicas sólidas. Una situación que frena a España en la carrera global por la innovación.

Las consecuencias de excluir a la ciencia del debate político

Mientras que en países como Corea del Sur o Alemania, la ciencia y la tecnología están en el centro de las estrategias de Estado, en España los expertos alertan de que la ciencia ha sido tratada como un elemento accesorio. Las consecuencias más graves incluyen:

• Pérdida de soberanía tecnológica.
• Vulnerabilidad frente a crisis globales.
• Desigualdad territorial en acceso a innovación.

Recomendaciones del jurado para revertir la situación

Ante este panorama, los Premios Jaume I no solo se han limitado a criticar, sino que han propuesto soluciones concretas. Entre las medidas clave que sugieren para mejorar la inversión en ciencia en España se encuentran:

• Fijar una hoja de ruta estable de inversión en I+D+i a 10 años.
• Aumentar la financiación pública con criterios de eficiencia y transparencia.
• Reducir la burocracia administrativa en los centros de investigación.
• Aplicar políticas fiscales que incentiven la colaboración académica-empresarial.
• Crear programas estatales de retorno de talento internacional.

Conclusión: invertir en ciencia es apostar por un futuro competitivo

Desde Valencia, los jurados del Premio Rei Jaume I han emitido un claro aviso: sin ciencia, no hay progreso. En un mundo regido por la competitividad digital, el cambio climático y los desafíos biosanitarios, ignorar la investigación científica es una estrategia suicida para cualquier país.

España necesita recuperar el tiempo perdido en materia de inversión y compromiso político con la ciencia. Solo así podrá consolidar un modelo económico sostenible y justo para las generaciones futuras.

El mensaje es claro. Como afirmó uno de los premios Nobel presentes: “Invertir en ciencia es invertir en la vida de un país”.