vlcseo🧙♂️ Leyenda de Valencia
Una de las leyendas más célebres de Valencia es la de la “Mocadorà” o “Mocaorà”, una tradición que se celebra cada 9 de octubre, coincidiendo con el día de la Comunidad Valenciana. Esta tradición tiene sus raíces en el siglo XVIII, cuando el rey Felipe V prohibió la fiesta de San Dionisio, patrón de los enamorados en Valencia. Para resistir a la prohibición, los valencianos encontraron una forma discreta de rendir homenaje al amor: regalar dulces envueltos en un pañuelo, conocido en valenciano como “mocaor”.
La leyenda cuenta que durante la Reconquista, el Rey Jaime I entregó la ciudad de Valencia a la Virgen María un 9 de octubre de 1238. En conmemoración de la victoria, las celebraciones se tornaron una mezcla de fiesta y devoción, y surgió la figura de San Dionisio como patrón de los enamorados, similar a San Valentín en otras culturas. Esta festividad era una oportunidad para que los hombres declararan sus sentimientos a las mujeres regalándoles dulces en forma de pañuelo, un símbolo que se ha mantenido hasta hoy.
En la actualidad, la “Mocadorà” sigue siendo una tradición viva, donde los pasteleros valencianos elaboran mazapanes en formas simbólicas, como frutas o figuras que representan la Albufera y la Huerta Valenciana. Se utilizan ingredientes locales para crear estas pequeñas obras de arte culinarias, que luego se envuelven en pañuelos decorativos.
La historia narra que la instauración de esta festividad fue también una forma de resistencia cultural. Cuando Felipe V promulgó los Decretos de Nueva Planta en 1707, que suprimieron los privilegios y fueros de Valencia como castigo por su apoyo a la causa austracista durante la Guerra de Sucesión Española, las manifestaciones culturales locales fueron reprimidas. La prohibición de las celebraciones de San Dionisio se convirtió en un símbolo de esta represión.
Sin embargo, los enamorados de Valencia encontraron en la “Mocadorà” una manera discreta pero poderosa de desafiar la autoridad real mientras afirmaban su identidad cultural valenciana. Al regalar los dulces en secreto, los jóvenes podían mantener viva la llama de su amor y, al mismo tiempo, honrar sus tradiciones ancestrales sin verse atrapados por las restricciones impuestas.
Con el paso del tiempo, la “Mocadorà” se ha convertido en una celebración reconocida y querida por los valencianos. Muchas familias participan en la confección de los pañuelos y los dulces, que se venden en las plazas y mercados. La esencia de la festividad es la comunión de generaciones, ya que abuelos, padres e hijos continúan practicando este acto de cariño y resistencia cultural.
Además de la “Mocadorà”, el 9 de octubre se celebran diversos actos en toda la Comunidad Valenciana para conmemorar la entrada de Jaime I en Valencia. Se realizan desfiles, exhibiciones de “muixerangues” (torres humanas), conciertos de música tradicional y fuegos artificiales, que tiñen los cielos con colores y símbolos de libertad y unidad.
La leyenda de la “Mocadorà” es, por tanto, más que una simple historia de amor y dulzura; representa la capacidad de un pueblo para preservar y celebrar su identidad cultural en circunstancias adversas. Esta resistencia cultural ha permitido que los valencianos mantengan viva la memoria de su historia y sus tradiciones, renovándose cada año en cada dulce regalo envuelto en un “mocaor”.
Hoy en día, la tradición sigue fortalecida, resonando en el corazón de cada valenciano que celebra el 9 de octubre con orgullo y devoción. Esta rica historia une a la comunidad en torno a un legado compartido, donde el amor, el simbolismo y la resistencia cultural siguen vivos en los corazones, envueltos delicadamente en un simple pañuelo.
