San Vicente Ferrer no fue un santo cualquiera. Su vida fue tan intensa como asombrosa. No solo destacó por su sabiduría o por su oratoria única, sino que su figura quedó envuelta en multitud de milagros que recorrieron Europa junto a su palabra. Algunos son hechos documentados, otros leyendas transmitidas de generación en generación, especialmente en Valencia, su ciudad natal.
A continuación, repasamos los milagros más famosos de San Vicente Ferrer, muchos de ellos convertidos en símbolos de la cultura y la identidad valenciana.
El milagro del niño resucitado
Uno de los milagros más conocidos es el del niño resucitado. Se cuenta que en Valencia, mientras San Vicente predicaba, un niño pequeño murió tras caer desde una ventana.
La multitud, conmovida, acudió al santo pidiéndole ayuda. Vicente se acercó al pequeño, oró sobre él y, ante la sorpresa de todos, el niño volvió a la vida.
Este milagro ha sido representado en numerosos altares vicentinos y forma parte esencial del folclore local.

El pozo seco que volvió a brotar agua
Otro milagro muy recordado sucedió en una localidad de Aragón. San Vicente llegó a un pueblo asolado por la sequía. Los vecinos le pidieron que intercediera para conseguir agua.
El santo se acercó a un pozo seco, hizo la señal de la cruz y rezó. Inmediatamente el agua comenzó a brotar con fuerza. El pozo quedó rebosante, salvando a la población de una situación desesperada.
El burro que se arrodilló ante el Santísimo
Este milagro tiene una profunda carga simbólica. Se cuenta que un hereje desafió a San Vicente asegurando que los animales no podían reconocer la presencia divina.
El santo colocó el Santísimo Sacramento ante un burro, que en lugar de comer la paja que tenía delante, se arrodilló en señal de adoración.
El milagro se convirtió en una poderosa defensa de la fe y del misterio de la Eucaristía.
El moro convertido por un milagro
San Vicente también es conocido por sus intentos de convertir a judíos y musulmanes de la época. Uno de los milagros más populares cuenta que un musulmán, escéptico ante las palabras del santo, le pidió una prueba.
San Vicente lanzó su bastón al suelo y este se convirtió en un árbol florido ante la mirada atónita del hombre, quien se convirtió al cristianismo.
El milagro del preso liberado
En otra ocasión, San Vicente Ferrer pasó cerca de una cárcel donde un hombre inocente esperaba ser ejecutado. El santo predicó sobre la justicia y la misericordia.
Al terminar, las cadenas del preso se rompieron solas y las puertas de la prisión se abrieron. El inocente quedó libre, como signo de que la justicia divina había intervenido.
El puente que apareció por milagro
Se cuenta que en un río desbordado, San Vicente necesitaba cruzar junto a sus acompañantes. Ante la imposibilidad de construir un puente, el santo oró y un paso de piedra emergió de las aguas, permitiendo a todos cruzar sin peligro.
Este tipo de milagros reflejan su capacidad de interceder en las dificultades más cotidianas de la vida.
Milagros de San Vicente Ferrer
San Vicente Ferrer, nacido en Valencia en 1350 y fallecido en 1419, es uno de los santos más venerados de la cristiandad medieval. Se le atribuyen más de 800 milagros documentados, especialmente relacionados con curaciones, resurrecciones y conversiones. A continuación, se presenta una recopilación organizada por tipo de milagro, destacando los casos más extraordinarios.
Resurrecciones documentadas
- – Antonio Garrigues (1359) – Curado tras siete días de enfermedad.
- – Niño cocinado por su madre – Milagro en Morella, reconstruido y resucitado.
- – Juan Guerre – Arquero resucitado tras morir sin confesión.
- – Guillermo Rauxel – Niño de cuatro años resucitado tras 24h de aparente muerte.
- – Mujer de Bretaña – Resucitada por oración de su esposo.
- – Niña en brazos de su madre – Volvió a la vida tras promesa a San Vicente.
- – Sobrino de Don Ivo – Cayó de un nogal y fue declarado muerto.
- – Niño ahogado en remolino – Salió del agua muerto y revivió al ser encomendado al Santo.
- – Niño Ivo – Revivido tras voto de pariente.
- – Hija de Nicolao de Conutis – Declarada muerta y resucitada tras promesa.
- – Niña con el cráneo hundido – Sobrevivió tras caer de una viga.
- – Niño pateado por caballo – Revivido con intercesión del Santo.
- – Niña con peste – Revivió tras voto de su padre.
- – Niña hallada en una balsa – Resucitada tras tres días desaparecida.
- – Recién nacido sin vida – Lloró tras media hora por voto a San Vicente.
- – Otro niño nacido muerto – Revivido con un simple Pater noster.
Otros milagros
– Milagros espontáneos durante sus sermones en varias ciudades europeas.Los Altares de San Vicente: teatro y tradición popular
– Milagro del pañuelo – Lanzado al aire, entró por la ventana de una casa necesitada.
– Milagro del pozo – Subió el nivel del agua para recuperar un zapato.
– Fuente de Llíria – Brotó agua durante una predicación y sigue activa.
– Resurrección de mujer judía – Conversión tras volver a la vida.
– Multiplicación de alimentos y curaciones múltiples durante sus prédicas.
– Expulsión de demonios y curación de posesiones.
– Cumplimiento de profecías durante el Cisma de Occidente.
Todos estos milagros, y muchos más, forman parte de la tradición viva de Valencia. Cada año, durante las fiestas dedicadas al santo, los Altares de San Vicente representan estos episodios con niños y jóvenes en pequeñas obras teatrales al aire libre.
Es una tradición única que mezcla religión, cultura popular y memoria histórica.
Conclusión
Los milagros de San Vicente Ferrer nos muestran a un hombre que trascendió su tiempo. Fueron signos de una época, herramientas de fe y leyenda que han perdurado en la memoria colectiva.
Más allá de los hechos históricos, estos relatos son el reflejo de un pueblo que convirtió a su santo en parte de su identidad.
Porque San Vicente Ferrer no solo predicaba con palabras: también hablaba con milagros.
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