📍 Alzira (Ribera Alta), abril de 2025

En el corazón de la Semana Santa valenciana, los dossers de Alzira se alzan como verdaderos templos efímeros de arte y fe. Cada rincón de la ciudad se transforma en un escenario lleno de historia, belleza y espiritualidad. Este 2025, como cada año, la tradición vuelve a emocionar a miles de visitantes que recorren la ciudad para admirar estas obras únicas que reconstruyen la Pasión de Cristo desde una mirada profundamente artística y devocional.

¿Qué son los dossers?

Los dossers son representaciones artísticas de escenas de la Pasión de Jesús, creadas por las diferentes cofradías y hermandades de Alzira. Se instalan en lugares cuidadosamente preparados, con una escenografía que mezcla imaginería religiosa, elementos teatrales, iluminación y vestuario. El resultado son auténticos microcosmos de fe, donde cada detalle está medido al milímetro y cada elemento tiene un significado espiritual y estético.

Lejos de ser una costumbre reciente, la tradición de los dossers se remonta al siglo XIV. Como explica Vicent Parra, presidente de la Cofradía Jesús de Nazaret, el término “dosser” viene de la costumbre medieval de adornar la habitación más noble de la casa cuando llegaba una visita importante, como un rey o una figura relevante. “Se decoraba con telas y elementos suntuosos para recibirlo con honor. De ahí surge el concepto que hoy transformamos en devoción escenificada”, señala.

Un año de preparación para unos días de emoción

Aunque los dossers solo se exponen unos pocos días, las cofradías dedican todo el año a prepararlos. Desde el diseño y la elección del tema, hasta la construcción, costura, pintura y colocación de las imágenes. Hay dossers que apuestan por la recreación realista de escenas bíblicas, con figuras humanas, decorados elaborados, efectos de luz y sonido. Otros optan por la sobriedad y el recogimiento, con una propuesta más simbólica y minimalista.

Pero todos tienen un objetivo común: conmover al visitante, transmitir el mensaje de la Pasión y mantener viva una tradición que convierte la Semana Santa de Alzira en una experiencia única en la Comunitat Valenciana.

Un museo efímero repartido por toda la ciudad

Durante toda la Semana Santa, especialmente hasta el Jueves Santo, los dossers pueden visitarse en diversos puntos del casco urbano. El recorrido por ellos se convierte en una especie de vía crucis artístico y espiritual. Cada dosser tiene su propia personalidad, fruto del carácter de la cofradía que lo crea. En total, Alzira cuenta con 18 cofradías y hermandades, y todas participan activamente en esta manifestación de religiosidad popular.

Además, el Viernes Santo por la noche, muchos de los pasos representados en los dossers formarán parte de la emblemática Procesión del Santo Entierro, uno de los momentos culminantes de la Semana Santa alzireña.

Entre la tradición y la competencia simbólica

Aunque no se trata de una competición oficial, cada año se espera con expectación cuál será el dosser más destacado de la edición. La innovación, el mensaje transmitido, la fidelidad a los textos bíblicos y la calidad artística son algunos de los aspectos que más se valoran, tanto por parte del público como de expertos en arte sacro.

El año pasado, la Cofradía de la Santa Cena fue una de las más reconocidas, mientras que este 2025 la ciudad ya está pendiente de descubrir cuál será el dosser más memorable. Más allá del reconocimiento, lo importante es que los dossers siguen siendo un testimonio vivo de fe compartida y arte comunitario.

Una tradición con proyección turística

La celebración de los dossers no solo tiene un valor religioso y cultural, sino también una importante repercusión turística y económica para la ciudad. Visitantes de toda la Comunitat Valenciana y otras regiones de España acuden cada año para descubrir esta joya patrimonial. Los hoteles, restaurantes y comercios del centro ven cómo la Semana Santa revitaliza la vida local, gracias a esta propuesta que une arte efímero y espiritualidad popular.

Conclusión: un tesoro cultural que emociona

Alzira demuestra, año tras año, que las tradiciones más profundas pueden renovarse sin perder su esencia. Los dossers no solo recrean la Pasión de Cristo, sino que también muestran la pasión de todo un pueblo por su historia, su cultura y su fe. Una cita imprescindible para creyentes, amantes del arte y curiosos que buscan experiencias únicas y auténticas.