‘Hope’, un alegato pacifista contra la guerra, y ‘Valencia es mou’, un homenaje al dinamismo urbano, protagonizarán los monumentos falleros oficiales del Ayuntamiento

Mensajes con causa en la fiesta más internacional

Las Fallas de 2026 ya tienen voz, forma y mensaje. Y lo que se perfila en la Plaza del Ayuntamiento para el próximo marzo no es solo arte efímero, sino una potente declaración de intenciones. La Junta Central Fallera ha desvelado los proyectos de las fallas municipales para el próximo año y, una vez más, Valencia se prepara para combinar sátira, reflexión y espectáculo en su cita más universal.

Alejandro Santaeulalia y Vicente Llácer, dos pesos pesados del arte fallero, serán los encargados de levantar la Falla Grande con un lema tan sencillo como contundente: Hope (Esperanza). Por su parte, el artista Mario Pérez firmará la Falla Infantil con Valencia es mou, una oda a la movilidad urbana y social.

Ambos proyectos han sido elegidos no solo por su valor estético y técnico, sino por su capacidad de transmitir valores y conectar con los retos contemporáneos que enfrenta la ciudad y el mundo.

‘Hope’: una falla contra la guerra y por la esperanza

La Falla Grande de 2026 será mucho más que una estructura monumental. Hope nace como un alegato pacifista, una obra que denuncia las guerras que siguen sacudiendo el planeta y que, a través del lenguaje fallero, quiere tender un puente hacia la esperanza y la resiliencia.

Santaeulalia y Llácer apuestan por un estilo que combina simbolismo, realismo crítico y emoción. Aunque aún no se han desvelado los detalles visuales del proyecto, se espera una composición que represente el dolor del conflicto y, al mismo tiempo, la posibilidad de construir un futuro más justo y en paz.

Será, sin duda, una de las fallas más simbólicas de los últimos años. “Queremos que al ver la falla, la gente se pare, respire y reflexione. Que entienda que las Fallas también pueden hablar de cosas serias sin perder su esencia festiva”, han declarado los artistas.

‘Valencia es mou’: la ciudad que no para

La propuesta infantil, en manos de Mario Pérez, apuesta por un tono más alegre, pero igualmente cargado de contenido. Valencia es mou pone en valor la movilidad, el dinamismo y la vida urbana. A través de personajes, escenas y guiños locales, la falla retratará una ciudad en constante movimiento: bicicletas, patinetes, metro, paseos, carreras, juegos, manifestaciones…

Pérez, que ya ha dejado huella en otras comisiones infantiles con su estilo colorido y narrativo, promete una falla divertida pero educativa. “Queremos que los niños y niñas de Valencia se reconozcan en ella. Que vean sus barrios, sus medios de transporte, su forma de vivir la ciudad”, explicó en la presentación.

El proyecto también abordará la movilidad sostenible, el urbanismo amable y el derecho a la ciudad desde una perspectiva inclusiva y cercana.

Arte, mensaje y responsabilidad

La elección de estos dos proyectos refleja una línea cada vez más consolidada en las Fallas municipales: apostar por monumentos con mensaje, sin renunciar al espectáculo ni a la crítica. En un momento en que las Fallas buscan su equilibrio entre tradición y contemporaneidad, esta combinación parece haber encontrado su espacio en el corazón de la fiesta.

Desde la Concejalía de Cultura Festiva se ha celebrado la calidad de los proyectos y su capacidad de conectar con las preocupaciones de la sociedad actual. “Las Fallas pueden y deben hablar de lo que pasa en el mundo. Son arte efímero, sí, pero también memoria colectiva”, destacaron.

Expectación y responsabilidad

Ambos monumentos se plantarán en la Plaza del Ayuntamiento, epicentro fallero por excelencia, y contarán con presupuestos similares a los de años anteriores, aunque adaptados a criterios de sostenibilidad y eficiencia energética.

Se espera que Hope y Valencia es mou generen gran expectación tanto entre el público local como entre los miles de visitantes que acuden cada año a Valencia en marzo. Las Fallas de 2026 serán también una oportunidad para reforzar la imagen de la ciudad como capital cultural y socialmente comprometida.

Conclusión: Fallas con alma

Lo que se avecina en marzo de 2026 es una fiesta con mensaje. Desde el rugido de la crítica a la caricia de la esperanza, pasando por la vitalidad de una ciudad que no se detiene. Valencia se prepara para unas Fallas donde cada ninot contará algo más que una anécdota. Contará una historia, un deseo, una lucha compartida.

¿Será esta la edición en que la pólvora se combine con la conciencia? ¿Qué mensaje esperas ver arder en la plaza?