La historia de Mercadona: el origen valenciano de un gigante empresarial
La historia de Mercadona no solo es la evolución de una empresa, sino un reflejo del espíritu emprendedor que caracteriza a la huerta de Valencia. Lo que hoy es una de las cadenas de distribución más influyentes de España nació de un entorno humilde, agrícola y profundamente arraigado a los valores del esfuerzo diario. Esta es la historia completa.
El origen: Poble Nou y la cultura del trabajo
El punto de partida se sitúa en Poble Nou, pedanía de Valencia donde nació en 1912 Francisco Roig Ballester. Huérfano desde muy joven, su vida estuvo marcada por el trabajo agrícola y ganadero, actividades que moldearon su carácter y la filosofía laboral que posteriormente impregnaría a Mercadona.

Junto a su esposa Trinidad Alfonso Mocholí, impulsó en los años sesenta la creación de Cárnicas Roig, un negocio familiar centrado en carnes y productos frescos. Su éxito se basaba en tres pilares: calidad del producto, trato cercano al cliente y gestión responsable.
1977: el nacimiento de Mercadona
Con el tiempo, la familia percibió que el comercio de ultramarinos vivía una transformación. Así nació en 1977 la marca Mercadona, inicialmente como una extensión de Cárnicas Roig dedicada a supermercados de proximidad. Sus primeras tiendas se localizaron en municipios del área metropolitana, entre ellos la Pobla de Farnals.

Sobre el nombre existen dos explicaciones populares: una adaptación popular de “Mercadonna”, o una interpretación del concepto valenciano mercat de dona. En cualquier caso, el nombre quedó fijado para siempre.
1981: el relevo generacional que lo cambió todo
El verdadero punto de inflexión llegó en 1981, cuando varios de los hijos de Francisco y Trinidad tomaron el control de la empresa. Destacó especialmente Juan Roig Alfonso, acompañado por su esposa Hortensia Herrero y sus hermanos Francisco, Trinidad y Amparo.
En ese momento, Mercadona contaba con solo ocho tiendas. A partir de ese instante arrancó una estrategia de profesionalización y modernización que situaría a la compañía en una senda de crecimiento imparable.
Crecimiento mediante adquisiciones
Durante los años ochenta y noventa, la empresa apostó por expandirse mediante la adquisición de cadenas de supermercados que atravesaban dificultades. Esta estrategia permitió reforzar su presencia regional sin perder control de la gestión.
Algunas de las cadenas integradas fueron:
- Superette (1988)
- Cesta Distribución y Desarrollo de Centros Comerciales (1989)
- Supermercados Dinos y Super Aguilar (1991)
- Paquer, Superama y Vilaró (1998)
1993: el nacimiento del modelo Mercadona
En 1993 se produjo la mayor transformación estratégica en la historia de la empresa: el modelo Siempre Precios Bajos (SPB). Se eliminaron ofertas, promociones y publicidad excesiva. El objetivo era que el cliente percibiera precios estables y razonables durante todo el año.

Paralelamente, se implementó la filosofía de Gestión de Calidad Total (GCT), que colocaba al cliente como “el jefe” y marcaba la necesidad de coordinar proveedores, trabajadores y logística bajo una visión común. Este modelo acabaría siendo estudiado en escuelas de negocio de todo el mundo.
1996: el nacimiento de las marcas propias

Una de las claves del éxito fue la creación de marcas internas, que permitieron garantizar calidad y estabilidad:
- Hacendado en alimentación
- Bosque Verde en limpieza
- Deliplus en cosmética
- Compy en productos para mascotas
Estas marcas, desarrolladas junto a proveedores estratégicos, redefinieron la manera en que los españoles consumen productos cotidianos.
La expansión como “mancha de aceite”
Tras consolidarse, Mercadona adoptó un modelo de crecimiento orgánico conocido como “mancha de aceite”: expansión progresiva, tienda a tienda, sin compras masivas de cadenas. Este método permitió controlar cada paso y convertir la empresa en un referente europeo en logística y eficiencia.
Un gigante empresarial con raíces humildes
Hoy, Mercadona representa una de las historias empresariales más sólidas de España. Su crecimiento, lejos de nacer del azar, es el resultado de una cultura familiar basada en el esfuerzo, el trabajo en equipo y la mejora continua.
Aunque la empresa cuenta con miles de tiendas en España y Portugal, su identidad sigue vinculada a la huerta y a los valores con los que empezó todo en la pedanía de Poble Nou.