Fito histórico en el Tribunal de las Aguas: por primera vez una mujer se sienta en el corralet

31 de octubre de 2025 | Redacción

Valencia. El Tribunal de las Aguas de Valencia, la institución de justicia más antigua de Europa y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, ha vivido esta semana un hecho histórico: por primera vez una mujer se ha sentado en el corralet, el espacio reservado a los síndicos de las acequias que juzgan los conflictos de riego de la huerta valenciana.

Se trata de Mireia Sanmartín, subsíndica de la acequia de Quart, que asumió el rol de jueza en ausencia del síndico titular durante la sesión del jueves. Con su participación, Sanmartín rompe más de mil años de tradición masculina en el Tribunal, visibilizando el papel que las mujeres desempeñan desde hace décadas en la agricultura y el riego valencianos.

“Fue muy emocionante ocupar la silla de mi padre”

“Ocupaba la silla de mi padre en el bienio anterior y estar sentada en el corralet fue muy emocionante”, declaró emocionada Mireia. Hija y nieta de labradores, está vinculada al campo desde niña y reivindica la importancia del trabajo femenino en la huerta, muchas veces invisibilizado. “Que trabajen en el Tribunal hay más, y mujeres relacionadas con el riego también”, explicó tras la sesión.

Una presencia que da visibilidad a las mujeres del campo

Sanmartín ejercerá en el corralet cuando el síndico titular de la acequia de Quart no pueda asistir. Para ella, su nombramiento representa un paso simbólico hacia la igualdad y el reconocimiento de las mujeres en el ámbito agrícola valenciano. “Si esto puede ayudar a visibilizar esta labor, que ya hace años que hay mujeres que trabajan en el campo y en el riego, yo encantada”, afirmó.

El Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia celebra sus sesiones todos los jueves al mediodía en la puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia. Desde la Edad Media, los ocho síndicos de las acequias de la huerta juzgan de viva voz los conflictos entre regantes, manteniendo un sistema democrático y oral que ha perdurado más de un milenio.

Con la entrada de Mireia Sanmartín al corralet, la institución más emblemática de la huerta valenciana abre un nuevo capítulo en su historia, sumando a su tradición la presencia femenina en un espacio hasta ahora reservado exclusivamente a los hombres.

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