Diez planes para divertirse en Alicante sin salir del centro
Tendemos a pensar que solo grandes ciudades como Madrid o Barcelona concentran todos los planes posibles para exprimir un finde. Pero esa idea hace tiempo que se ha quedado anticuada. Alicante, la ciudad que mira al Mediterráneo, demuestra cada día que también sabe jugar en esa liga: servicios, gastronomía —este año ostenta la Capitalidad Española de la Gastronomía— y un catálogo de planes que funciona igual de bien en familia, en pareja o entre amigos.
La lista de cosas por hacer es casi infinita, pero aquí te dejamos diez planes para divertirte en Alicante sin salir del centro: playa urbana, deportes, tapeo, visitas guiadas, mercado, tardeo, escape room, barcos, arte urbano y, por supuesto, el Castillo de Santa Bárbara.
1. Una playa urbana en pleno centro: la del Postiguet
Pocas ciudades pueden presumir de tener una playa pegada al casco histórico. En Alicante, a pocos minutos a pie de la Explanada de España, se abre la playa del Postiguet, una franja de arena fina perfecta para pasear, tomar el sol o simplemente disfrutar de las vistas al mar y al castillo.
La playa dispone de duchas y fuentes en sus accesos, lo que permite bajar un rato a la arena y, después, seguir con los planes urbanos sin complicaciones. Con más de trescientos días de sol al año, es difícil que no encuentres un buen momento para acercarte al Mediterráneo, sea cual sea la estación.
2. Deportes de mar y de arena
La playa del Postiguet no es solo un lugar para tumbarse al sol: también es un pequeño gimnasio al aire libre. En la arena y en el agua puedes practicar diferentes deportes náuticos y de playa, ya sea por libre o alquilando el material.
Desde el Club de Regatas se ofertan sesiones y clases de remo, vela ligera, vela crucero, piragüismo, pesca deportiva y actividades subacuáticas como snorkel y submarinismo. Además, con la compañía Kontiki es posible realizar viajes de ida y vuelta a Tabarca en varios horarios diarios, una escapada perfecta sin alejarse demasiado del centro.
3. Tapear por el centro: ruta de bares entre amigos
El centro de Alicante es ideal para montar una ruta de tapeo «correbar»: picar algo en un bar, pasar al siguiente, y así hasta que el cuerpo aguante. Sus calles están llenas de bares, tabernas y restaurantes para todos los gustos, desde los de corte más clásico hasta locales de cocina actual.
Entre las paradas recomendadas destacan Bodeguita 1999, Alma de Barra, El Lobo Blanco, Don Carlos, Cervecería Sento o Manero Alicante. Todo ello en el contexto de una ciudad que luce la Capitalidad Española de la Gastronomía, una garantía extra de calidad en sus barras y fogones.
4. Visita guiada por el casco histórico
Alicante es mucho más que playa y tapeo. Su casco histórico guarda rincones llenos de historia que se descubren mejor con una visita guiada. Es un plan perfecto para quienes quieren entender la ciudad más allá de sus postales.
En estas rutas es habitual recorrer la Explanada de España, conocer la fachada barroca del Ayuntamiento, pasear por la plazoleta del Portal de Elche o por la de Gabriel Miró, adentrarse en la calle San Francisco y sus famosas figuras de setas, descubrir el palacio Salvetti, el Museo de las Hogueras o el convento de la Preciosísima Sangre de Cristo. Una inmersión completa en el corazón histórico de la ciudad.
5. Visita matutina al Mercado Central
Otro plan imprescindible es una visita al Mercado Central de Alicante, situado en pleno centro. Abre de 7:00 a 14:30 horas y es el lugar perfecto para combinar ocio y compra gastronómica.
En sus puestos encontrarás pescados frescos, frutas y verduras de temporada, carnes, embutidos típicos y otros productos locales. Además de llenar la cesta, es una ocasión para empaparse del ambiente de mercado: colores, olores, voces y esa cotidianidad alegre que define la vida diaria de la ciudad.
6. El tardeo: cuando la fiesta empieza de día
El famoso tardeo alicantino se ha convertido en una marca de identidad. En los alrededores de la calle Castaños, la plaza del Ayuntamiento y la zona del puerto se concentran locales que ofrecen desde vermuts y tapas hasta copas, música y baile.
Hay propuestas para todos los estilos: bares con estética clásica de azulejos y madera que apuestan por la coctelería de autor y las cervezas artesanales, y otros donde la música y la pista de baile toman el protagonismo. La idea es clara: disfrutar de la ciudad cuando aún es de día, sin necesidad de trasnochar.
7. Escape room al aire libre en el casco antiguo
Si te gustan los juegos de misterio y los retos en grupo, Alicante ofrece una opción diferente: escape rooms urbanos que se desarrollan en plena calle. Varias compañías plantean aventuras que obligan a recorrer el casco histórico resolviendo pruebas y rompecabezas.
Empresas como Escape City Box organizan experiencias donde hay que buscar pistas, resolver acertijos y encontrar objetos ocultos mientras se descubren rincones históricos poco conocidos. Una forma distinta y muy divertida de conocer la ciudad.
8. Fiestas y paseos en barco desde el puerto
Tener el mar tan cerca del centro abre la puerta a otro tipo de plan: paseos y fiestas en barco. Desde el puerto de Alicante salen embarcaciones que permiten contemplar el skyline de la ciudad, el Castillo de Santa Bárbara y la costa alicantina desde el mar.
Las opciones van desde salidas tranquilas al atardecer, pensadas para disfrutar del paisaje, hasta recorridos más intensos y animados. Sea cual sea el estilo, es una manera perfecta de rematar un día de turismo urbano con un toque marítimo.
9. Ruta de street art por el centro
El arte urbano se ha ganado también su espacio en el centro de Alicante. Si te gustan los murales, puedes empezar por el barrio de Santa Cruz, la calle Castellón y la calle Espejo, donde se concentran varias intervenciones murales.
La Rambla de Méndez Núñez y el Paseo de Gómiz también ofrecen una mezcla de arte, paseo y ambiente. En la zona encontrarás bares y cafeterías que, además, programan pequeñas exposiciones temporales, uniendo descanso, cultura y vida de barrio.
10. Visita al Castillo de Santa Bárbara
Ninguna visita al centro de Alicante está completa sin subir al Castillo de Santa Bárbara, uno de los iconos de la ciudad. Además de las vistas privilegiadas sobre el mar y el casco urbano, el castillo ofrece una amplia variedad de actividades.
Es posible conocerlo a través de visitas guiadas históricas que se remontan a sus orígenes en el siglo IX, pero también mediante visitas teatralizadas, exposiciones interiores, conciertos en espacios singulares, catas de vino o cerveza artesanal y propuestas gastrohistóricas que combinan relato y degustación.
Un cierre perfecto para una escapada al centro de Alicante en la que el Mediterráneo, la historia, la gastronomía y el ocio van siempre de la mano.
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