Valencia activa las 278 cámaras de la Zona de Bajas Emisiones sin multar a los conductores
Valencia ha activado desde hoy las 278 cámaras previstas para la gestión de la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE). El sistema, aprobado por la Junta de Gobierno Local, empezará a monitorizar el paso de vehículos, sus etiquetas ambientales y su procedencia, pero sin imponer multas en esta fase. El objetivo es recopilar datos para estudiar los patrones de movilidad y la evolución del parque móvil antes de aplicar restricciones definitivas.

Arranca el sistema de gestión de la ZBE sin sanciones
La Junta de Gobierno Local aprobó el pasado viernes el arranque, este lunes 1 de diciembre, del sistema de gestión para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones en Valencia. Con ello, entran en funcionamiento las más de 270 cámaras instaladas en distintos puntos de la ciudad para controlar el acceso y la circulación en el área ZBE.
Tal y como recoge el acuerdo municipal, esta puesta en marcha no implicará la imposición de multas en ningún caso. Se trata de una fase de recogida de datos y pruebas técnicas, enmarcada en el calendario de implantación previsto en la ordenanza aprobada de forma provisional el pasado mes de febrero.
Un proyecto financiado con fondos europeos
El contrato para el desarrollo del sistema ha sido coordinado por el Servicio de Movilidad del Ayuntamiento, dentro de la Estrategia del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea – Next Generation EU.
El objetivo es disponer de una infraestructura tecnológica avanzada que permita gestionar la ZBE con garantías cuando entren en vigor las restricciones de circulación previstas para reducir la contaminación y fomentar la movilidad sostenible.
Qué incluyen las 278 cámaras y el sistema de control
El sistema puesto en marcha se compone de varios elementos esenciales que ya han sido ejecutados:
- Puntos de control de paso de vehículos equipados con cámaras de lectura automática de matrículas.
- Sensores de medición medioambiental para conocer los niveles de contaminación atmosférica y de gases de efecto invernadero (GEI).
- Paneles de información variable para informar a los conductores sobre el estado de la ZBE y otras cuestiones de tráfico.
Además, se ha acometido la extensión de las redes eléctricas y de telecomunicaciones necesarias para alimentar los equipos y conectarlos a la red municipal de telecomunicaciones.
En paralelo, se han suministrado e instalado los equipos informáticos (hardware) en el Centro de Gestión del Tráfico y otras ubicaciones, y se han desarrollado las aplicaciones informáticas (software) que permiten gestionar, operar y controlar el conjunto del sistema, así como su interconexión con otros servicios y bases de datos externas.
Monitorizar matrículas, etiquetas ambientales y procedencia
Según detalla el acuerdo de la Junta de Gobierno, el propósito inmediato de la puesta en marcha es “monitorizar los pasos de los vehículos que circulan por cada punto de control e identificar sus etiquetas y tipología, y su lugar de registro o procedencia”.
Con esta información, el Ayuntamiento podrá elaborar estudios estadísticos que permitan:
- Identificar patrones de movilidad en los accesos y en la circulación dentro de la ZBE.
- Analizar la evolución del parque móvil según etiquetas ambientales.
- Evaluar el impacto de futuras medidas de movilidad sostenible.
Relación entre movilidad y calidad del aire
El proyecto contempla también el desarrollo de un sistema avanzado de monitorización y control de la calidad del aire asociado a la gestión de la ZBE. La idea es poder correlacionar los patrones de movilidad detectados por las cámaras con la evolución de los niveles de contaminación.
De esta forma, el Ayuntamiento dispondrá de datos precisos para valorar cómo influyen las políticas de movilidad —como el refuerzo del transporte público, la creación de nuevos carriles bici o la mejora de la accesibilidad peatonal— en la reducción de emisiones y en la calidad del aire que respiran los vecinos.
Un paso previo a las restricciones y posibles sanciones
La activación de las 278 cámaras supone un paso clave en la implantación de la Zona de Bajas Emisiones en Valencia, pero no implica todavía cambios en el día a día de los conductores en forma de multas o restricciones inmediatas.
Esta fase de monitorización servirá para ajustar el sistema, comprobar su funcionamiento, acumular datos estadísticos y diseñar con mayor precisión cómo y cuándo se aplicarán las limitaciones de acceso a la ZBE, y bajo qué condiciones para cada tipo de vehículo y etiqueta ambiental.
Hasta entonces, las cámaras funcionarán como una herramienta de análisis y planificación, no como un mecanismo sancionador, aunque se trata de la misma infraestructura que, en el futuro, permitirá aplicar la normativa de la Zona de Bajas Emisiones cuando entre plenamente en vigor.
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