Santos juanes Valencia

Timeline: La historia de la Iglesia de Santos Juanes: ocho siglos de incendios, arte y resurrecciones en el corazón de Valencia

28 noviembre, 2025
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La Iglesia de los Santos Juanes, también conocida como San Juan del Mercado, es uno de los templos más antiguos, complejos y simbólicos del centro histórico de Valencia. Su biografía es, en realidad, la biografía de la propia ciudad: nacida sobre cimientos medievales, transformada por incendios, rehecha por manos de artistas, rescatada del olvido tras guerras y, finalmente, renacida en el siglo XXI gracias a restauraciones pioneras.

Esta es la historia completa de un monumento que ha sobrevivido a casi todo durante más de ochocientos años.


Tabla de contenidos

De la conquista cristiana a la fundación de la parroquia (1238–1240)

Tras la entrada de Jaume I en Valencia en 1238, la ciudad inició un proceso de reorganización religiosa y urbana. En el área del actual Mercado Central, donde antes se ubicaban mezquitas y dependencias islámicas, se estableció un primer templo cristiano destinado al culto y a la reordenación del barrio.

Hacia 1240 se documenta la fundación de la parroquia de los Santos Juanes, un paso fundamental en la configuración del nuevo urbanismo cristiano tras la conquista. Su ubicación no fue casual: se situó junto a la zona comercial más activa, con la Lonja y el futuro mercado como ejes de la vida cotidiana.


Primer incendio y reconstrucción gótica (1311)

En 1311 un grave incendio destruyó por completo la iglesia original. Esto impulsó su reconstrucción en estilo gótico, con bóvedas de crucería, un ábside sobrio y nuevas ventanas apuntadas. De aquel periodo aún sobreviven elementos que más tarde serían integrados en las reformas barrocas.


La huella de San Vicente Ferrer (1410)

Según la tradición, San Vicente Ferrer predicó en Santos Juanes uno de sus sermones más célebres: el del Apocalipsis, ante la imagen de San Juan Evangelista. La figura del dominico dejó una huella indeleble en el templo y en la memoria religiosa de la ciudad.


La Lonja de los Mercaderes y la transformación urbana (1498)

La construcción de la Lonja de los Mercaderes, finalizada en 1498, convirtió la zona del mercado en uno de los grandes centros económicos del Mediterráneo. Santos Juanes quedó integrada en este vibrante núcleo urbano, siendo templo de mercaderes, gremios y cofradías.


El segundo incendio y la gran reconstrucción barroca (1592–1625)

En los años 1592 y 1595 un segundo incendio devastó la iglesia. La magnitud del desastre obligó a plantear una reconstrucción completa que se prolongó hasta 1625.

time line santos juanes

Las obras se llevaron a cabo siguiendo criterios del Concilio de Trento, lo que marcó la estética y el programa iconográfico: un templo didáctico, lleno de figuras, alegorías y teatralidad. La reconstrucción fue dirigida por San Juan de Ribera, arzobispo y figura clave de la Contrarreforma en Valencia.

Se levantó un nuevo retablo mayor, se reorganizó la planta y se concibió un interior que sería más tarde escenario de una de las decoraciones barrocas más importantes de España.


El gran barroco valenciano: Palomino y los Guillem (siglo XVII)

La Capilla de la Comunión (1643–1693)

Durante medio siglo se fue levantando la Capilla de la Comunión, un espacio de devoción íntima que hoy forma parte inseparable del conjunto. Su decoración mezcla elementos barrocos, escayolas, frescos y un diseño pensado para potenciar la espiritualidad eucarística.

El impulso de los hermanos Guillem (desde 1693)

Los hermanos Guillem, reconocidos artistas valencianos, iniciaron la gran decoración pictórica del templo. Su obra abriría la puerta a intervenciones de más envergadura.

El proyecto de Vicente Victoria (1693–1710)

Santos juanes Valencia

El sacerdote y artista formado en Roma diseñó un programa integral que servía de marco para el futuro esplendor de la iglesia. Su intervención incluyó pintura, escultura y ornamentos con claro sello italiano.

La obra maestra de Palomino y la renovación barroca (1699–1702)

Entre 1699 y 1702 se desarrolló el periodo más brillante de Santos Juanes.

  • Antonio Palomino, uno de los grandes pintores barrocos de España, decoró la bóveda con sus famosos frescos, un conjunto que narraba con majestuosidad la iconografía católica.
  • Bertesi y Aliprandi, escultores y arquitectos, completaron el programa con relieves, estucos, figuras alegóricas y la fachada hacia la Plaza del Mercado.
  • El mensaje doctrinal reforzaba la importancia del templo como centro religioso de la ciudad y vitrina del arte de la Contrarreforma.

La influencia de esta intervención fue tan grande que afectó a otras iglesias valencianas durante décadas.


Siglo XIX: el título de Real y el inicio de las desgracias

En 1858, con la visita de la reina Isabel II, la iglesia obtuvo el título de “Real”, un reconocimiento que subrayaba su importancia histórica y artística.

Pero apenas décadas después llegaría uno de sus episodios más trágicos.


1936: el incendio devastador de la Guerra Civil

El 19 de julio de 1936, milicianos incendiaron la iglesia en un acto de violencia anticlerical. El fuego arrasó obras irreemplazables, provocando derrumbes, pérdida de frescos, destrucción de altares y de buena parte de la decoración barroca.

El templo quedó convertido en una estructura ennegrecida y fantasmal.

Tras la guerra comenzaron lentamente los trabajos para evitar el derrumbe y recuperar lo que fuera posible.


Las primeras restauraciones (1943–1947)

Entre 1943 y 1946 se emprendieron las primeras intervenciones técnicas, dirigidas por arquitectos especializados. Se reforzó la fachada, la cúpula de la Capilla de la Comunión y se consolidó la fábrica del templo. Los informes de la época estimaban que un 30 % de los frescos de Palomino aún podían salvarse.

En 1947, gracias a la intervención del marqués de Lozoya, Santos Juanes fue declarado Monumento Histórico Nacional, asegurando su protección oficial.


La restauración de la bóveda y la tragedia del “strappo” (1957–1963)

Entre 1957 y 1963 la Dirección General de Bellas Artes encargó una gran restauración de las pinturas de Palomino. Se utilizó la técnica del strappo, consistente en arrancar la capa pictórica para poder salvarla del deterioro estructural.

Las pinturas se llevaron a Barcelona para su conservación… pero nunca regresaron. El destino de muchas de ellas sigue siendo un misterio, una de las grandes heridas del patrimonio valenciano.


Del siglo XXI al renacimiento final (2005–2025)

2005: restauración de estucos

Se intervino sobre estucos y esculturas dañadas por el tiempo.

2019: mecenazgo de la Fundación Hortensia Herrero

Un punto de inflexión absoluto.
La fundación impulsó un plan integral de recuperación con restauradores, historiadores del arte y especialistas en conservación.

2020–2025: técnicas pioneras y digitalización

Por primera vez se aplicaron métodos como:

  • biomapping
  • reconstrucción digital
  • análisis por imagen
  • restauración con microinyecciones
  • recuperación cromática avanzada

2025: la reapertura de Santos Juanes

El 27 de noviembre de 2025 se produjo la gran reapertura, con un espectáculo de proyección que reconstruyó digitalmente los frescos de Palomino. La experiencia unía ciencia, arte, memoria histórica y conservación del patrimonio.

Tras casi un siglo de tragedias, Santos Juanes volvía a levantarse como un templo vivo, renovado y respetuoso con su pasado, preparado para seguir siendo un icono identitario de Valencia.


Santos Juanes: un templo que ha sobrevivido a todo

Incendios medievales, guerras civiles, expolios, derrumbes, restauraciones fallidas, desaparición de frescos, reconstrucciones arriesgadas…
Y, sin embargo, ocho siglos después, sigue en pie.

La historia de Santos Juanes es la prueba de que el patrimonio, cuando se cuida y se transmite, es capaz de renacer una y otra vez.

Iglesia de Santos Juanes de Valencia: historia completa del templo del Mercado

Iglesia de Santos Juanes de Valencia: historia completa del templo del Mercado

La iglesia de los Santos Juanes, conocida popularmente como San Juan del Mercado, es uno de los templos más antiguos y singulares del centro histórico de Valencia. Situada junto al Mercado Central y la Lonja, ha sido escenario de la vida comercial, religiosa y social de la ciudad durante más de ocho siglos. Su historia es también la historia de Valencia: incendios, reconstrucciones, grandes proyectos artísticos, guerras, expolio y, finalmente, una resurrección ejemplar en pleno siglo XXI.

El actual aspecto de Santos Juanes es el resultado de un largo proceso que arranca en la Edad Media y culmina en 2025, con la reapertura del templo tras una restauración que combina técnicas tradicionales y herramientas digitales punteras. Un viaje fascinante que convierte a esta iglesia en un auténtico libro de piedra, estuco y pintura abierto sobre la plaza del Mercado.

Orígenes medievales: de la conquista de Jaume I a la parroquia del Mercado

El cambio tras la conquista cristiana (1238)

En 1238, tras la conquista de Valencia por Jaume I, la ciudad inicia una profunda transformación política, religiosa y urbana. En la zona del actual Mercado Central existía un importante zoco islámico, rodeado de calles que acogían antiguos oficios como adrezadores o bordadores. En ese mismo entorno se asentará una de las primeras parroquias cristianas de la ciudad.

Fundación de la parroquia de la plaza del Mercado (ca. 1240)

Hacia 1240 se documenta la fundación de la parroquia de los Santos Juanes. Su ubicación, en plena área comercial, no es casual: el templo se convierte en referencia espiritual para mercaderes y vecinos, al tiempo que pone las bases de la trama urbana que siglos después albergará la Lonja de los Mercaderes y el Mercado Central.

El primer gran incendio y la etapa gótica (1311)

En 1311 un incendio destruye la primitiva iglesia. Sobre sus restos se levanta un templo gótico con bóvedas de crucería, ábside elevado y grandes ventanales. Aquella estructura, austera pero monumental, marcará durante siglos la silueta del templo y será la base sobre la que se desarrollará el gran proyecto barroco posterior.

La predicación de San Vicente Ferrer (1410)

La tradición sitúa en Santos Juanes uno de los sermones más conocidos de San Vicente Ferrer, dedicado al Apocalipsis y pronunciado ante la imagen de San Juan Evangelista. El paso del dominico por la iglesia reforzó el carácter devocional del templo y alimentó su prestigio dentro de la Valencia bajomedieval.

La Lonja de los Mercaderes y el corazón económico de Valencia (1498)

El final del siglo XV trae un cambio decisivo en el entorno de Santos Juanes. En 1498 concluye la construcción de la Lonja de los Mercaderes, símbolo del poder comercial de la ciudad. Iglesia, lonja y mercado forman desde entonces un triángulo inseparable: la fe, el comercio y la vida cotidiana se entrelazan en este sector de la ciudad que nunca ha dejado de latir.

Incendio, Trento y barroco: la gran metamorfosis de Santos Juanes (1592–1710)

El segundo incendio y la reconstrucción tridentina (1592–1625)

Entre finales del siglo XVI y comienzos del XVII, un nuevo incendio vuelve a arrasar el templo. La magnitud de los daños obliga a una profunda reconstrucción que se orienta según las directrices del Concilio de Trento. Bajo la influencia de san Juan de Ribera, se concibe un interior más diáfano, con un gran retablo mayor y una organización del espacio pensada para reforzar la catequesis visual y la liturgia.

Entre 1603 y 1625 se culminan las obras principales, se reordena el ábside, se levanta la fachada hacia la plaza del Mercado y se sientan las bases de lo que será uno de los conjuntos barrocos más importantes de la Europa mediterránea.

La Capilla de la Comunión y la nueva sensibilidad devocional (1643–1693)

En la segunda mitad del siglo XVII se construye la Capilla de la Comunión sobre la antigua capilla norte, dedicada a la Comunión de San Juan. Este espacio, concebido para el culto eucarístico, incorpora bóvedas decoradas, yeserías y un rico programa ornamental que anticipa el esplendor barroco que llegará poco después.

Vicente Victoria y la transformación barroca (1693–1710)

A partir de 1693 la iglesia entra en una fase decisiva. El sacerdote y artista Vicente Victoria, formado en Roma, diseña un ambicioso proyecto decorativo que abarca pintura, escultura y ornamentación arquitectónica. Se refuerza la fachada de la plaza del Mercado, se reviste el interior con un lenguaje plenamente barroco y se prepara el espacio para la intervención del gran maestro que está por llegar.

Palomino y el esplendor de la bóveda (1699–1702)

Entre 1699 y 1702, Santos Juanes vive su momento de mayor esplendor artístico. El pintor Antonio Palomino, una de las figuras clave del barroco hispano, se encarga de decorar la bóveda y el presbiterio con un ciclo de frescos de enorme complejidad teológica y simbólica. Su programa iconográfico transmite los principales dogmas católicos a través de ángeles, visiones apocalípticas, alegorías y escenas bíblicas.

Paralelamente, los maestros Bertesi y Aliprandi aportan relieves, esculturas y estucos, especialmente visibles en la fachada y en las claves de las bóvedas. La decoración de Santos Juanes se convierte así en modelo para otras iglesias valencianas, y el templo queda consagrado como una de las grandes cumbres del barroco mediterráneo.

Del siglo XIX a la Guerra Civil: entre honores reales e incendio total

El título de Real y la consolidación del prestigio (1858)

En 1858, con motivo de la visita de la reina Isabel II a Valencia, la iglesia de Santos Juanes recibe el título de “Real”. El reconocimiento subraya su importancia histórica, artística y devocional, y sitúa al templo en el mapa de los grandes monumentos de la ciudad.

El incendio de 1936: la gran herida de Santos Juanes

La Guerra Civil española abre uno de los capítulos más dolorosos de la historia del templo. El 19 de julio de 1936, en un contexto de violencia anticlerical, la iglesia es incendiada por militantes armados. Durante varios días arden altares, retablos, mobiliario litúrgico y buena parte de la decoración. Los frescos de Palomino se ennegrecen, se desprenden secciones de bóveda y el interior queda reducido a un esqueleto calcinado.

Al finalizar la contienda, la prioridad de las autoridades eclesiásticas y civiles es evitar el derrumbe de la estructura y salvar todo lo que aún pudiera rescatarse del conjunto artístico original.

Restaurar lo irremplazable: de las primeras intervenciones al enigma de los frescos arrancados

Primeras actuaciones y declaración como Monumento Histórico (1943–1947)

Entre 1943 y 1946 se ponen en marcha las primeras intervenciones sistemáticas sobre la fábrica del edificio. Se consolidan muros, se refuerza la sacristía, se apuntalan bóvedas y se realiza un estudio detallado del estado de los frescos. Los informes calculan que aproximadamente un 30 por ciento de las pinturas de Palomino podrían ser salvadas con una intervención adecuada.

En 1947, gracias a las gestiones del marqués de Lozoya, Santos Juanes es declarado Monumento Histórico Nacional, lo que garantiza su protección legal y abre la puerta a nuevas campañas de restauración tuteladas por la administración estatal.

La restauración de la bóveda y el misterio de las pinturas desaparecidas (1957–1963)

Entre 1957 y 1963 la Dirección General de Bellas Artes encarga una gran restauración de las pinturas de la bóveda. Se decide aplicar la técnica del strappo, que consiste en arrancar cuidadosamente la capa pictórica para trasladarla a un nuevo soporte. El objetivo es proteger los frescos del grave deterioro de los muros.

Las pinturas arrancadas viajan a Barcelona para su tratamiento, pero muchas de ellas nunca regresan al templo. El destino de estos fragmentos sigue envuelto en incógnitas, convirtiéndose en uno de los grandes enigmas del patrimonio valenciano contemporáneo. Mientras tanto, el ábside se cubre provisionalmente y el templo queda a la espera de una solución definitiva.

Siglo XXI: ciencia, mecenazgo y renacimiento de Santos Juanes

Restauración de estucos y primer impulso (2005)

Ya en el siglo XXI se realiza una primera intervención sobre estucos y elementos decorativos de menor formato, centrada en la limpieza, consolidación y recuperación volumétrica de esculturas muy deterioradas.

El mecenazgo de la Fundación Hortensia Herrero (2019)

El verdadero punto de inflexión llega en 2019, cuando la Fundación Hortensia Herrero asume el mecenazgo de un proyecto integral de restauración. Bajo la dirección de un equipo multidisciplinar de restauradores, arquitectos, historiadores del arte y especialistas en conservación preventiva, se planifica una intervención a fondo que abarque tanto la estructura arquitectónica como la decoración pictórica y escultórica.

De 2020 a 2025: restauración tradicional y revolución digital

Entre 2020 y 2025 se desarrollan las obras principales. La restauración combina procedimientos tradicionales con una batería de herramientas tecnológicas muy avanzadas:

  • Estudios biométricos y análisis de materiales para conocer el estado real de muros, estucos y restos de pintura.
  • Escaneado 3D y fotogrametría para documentar cada centímetro del interior del templo.
  • Cartografiado de sales y humedades para atajar las patologías estructurales.
  • Reintegración cromática extremadamente respetuosa, que diferencia con claridad lo original de lo añadido.
  • Recreación digital de los frescos perdidos, apoyada en fotografías antiguas, descripciones y fragmentos conservados.

Durante esta etapa se estudian también las series de figuras que representaban a las doce tribus de Israel, de las cuales nunca llegaron a restaurarse Neftalí, Aser y Gad, un dato que ilustra las lagunas irreversibles que ha dejado el tiempo en la iconografía original de Palomino.

2025: reapertura y nueva vida para Santos Juanes

El 27 de noviembre de 2025 se culmina el largo proceso con la reapertura oficial de la iglesia. El momento se celebra con una proyección inmersiva sobre la bóveda y el presbiterio que, gracias a la tecnología de mapping, devuelve al espacio la apariencia cromática que pudo tener antes del incendio de 1936.

Lejos de ser un simple espectáculo, esta reconstrucción digital se apoya en un exhaustivo trabajo de investigación histórica y técnica. La intervención final no solo resuelve la pérdida definitiva de los frescos, sino que ofrece al visitante una experiencia didáctica que explica qué fue Santos Juanes, qué se perdió y qué se ha podido recuperar.

El resultado es un templo que respeta su pasado, hace visible su biografía de heridas y resurrecciones y se convierte en un referente internacional de cómo el patrimonio puede dialogar con las tecnologías del siglo XXI sin renunciar a su autenticidad.

Santos Juanes hoy: memoria viva en el corazón de Valencia

Hoy, la iglesia de Santos Juanes vuelve a ocupar el lugar que le corresponde en el paisaje urbano de Valencia. Entre el bullicio del Mercado Central y la solemnidad de la Lonja, el templo se levanta como un recordatorio de hasta qué punto la ciudad ha sabido caer y levantarse una y otra vez.

Detrás de cada estuco, de cada grieta consolidada y de cada proyección luminosa hay siglos de historia: gremios medievales, mercaderes de la Seda, procesiones barrocas, incendios, guerras, restauradores anónimos y mecenas que han creído en la importancia de preservar este legado. Visitar Santos Juanes es, en definitiva, recorrer la propia biografía de Valencia a través de uno de sus monumentos más complejos y emocionantes.

Etiquetas: Santos Juanes, historia de Valencia, patrimonio, iglesia barroca, Mercado Central

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