La mocaorà: La dulce tradición valenciana que mezcla amor, historia y mazapán

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Cada 9 de octubre, Valencia celebra su festividad autonómica con una costumbre muy especial: la mocaorà. Esta tradición, que une historia y romanticismo, se materializa en la entrega de mazapanes con forma de fruta y un pañuelo, un gesto lleno de simbolismo que hunde sus raíces en la conquista de Jaume I y ha perdurado durante siglos.

El 9 de octubre es un día de celebración para los valencianos, pero lo que muchos no saben es que también es una fecha marcada por el romanticismo y los dulces. La mocaorà, o el acto de regalar mazapanes con forma de frutas, envueltos en un pañuelo decorado, es una tradición que acompaña esta festividad autonómica, ofreciendo una mezcla perfecta de historia, cultura y amor.

Aunque muchos conocen la costumbre, pocos saben los orígenes reales de la mocaorà, ni las historias detrás de este dulce ritual que ha sobrevivido durante generaciones. En este artículo, exploraremos el origen de esta tradición, su evolución a lo largo del tiempo y cómo se convirtió en un símbolo de amor y celebración para los valencianos.

La conquista de Jaume I: el origen de la mocaorà

Para entender el significado de la mocaorà, debemos remontarnos a un momento clave en la historia de Valencia: la conquista de la ciudad por Jaume I en 1238. Tras años de lucha, Jaume I consiguió arrebatar Valencia de manos de los musulmanes, consolidando así la expansión cristiana en la península. Para conmemorar este hito, el 9 de octubre se celebra en la Comunitat Valenciana el Día de la Comunitat Valenciana.

Según cuenta la tradición, tras la entrada de Jaume I en la ciudad, las mujeres valencianas ofrecieron al monarca y a sus soldados frutas y verduras frescas de la huerta como símbolo de gratitud y bienvenida. Este gesto, sencillo pero cargado de significado, se convirtió en el primer paso hacia lo que más tarde sería la mocaorà.

Con el tiempo, la costumbre de regalar frutas frescas evolucionó y se sustituyó por mazapanes que imitaban la forma de esas frutas y hortalizas. Así, los dulces pasaron a simbolizar ese obsequio histórico y se convirtieron en un elemento central de la festividad del 9 de octubre.

La mocaorà y el día de los enamorados valencianos

Aunque la mocaorà tiene su origen en la historia de la conquista de Jaume I, hoy en día es conocida también como una celebración del día de los enamorados en Valencia. Al igual que en otras culturas donde se regalan flores o chocolates, en la Comunitat Valenciana los mazapanes han tomado el papel de símbolo del amor.

El regalo tradicional consiste en una bandeja de mazapanes con formas de frutas, hortalizas e incluso algunos elementos decorativos como fuegos artificiales (en referencia a los “petardos” típicos de la festividad). Estos dulces se entregan envueltos en un pañuelo de seda o “mocador”, que es otra de las partes fundamentales del gesto, ya que el pañuelo es símbolo de cariño y devoción.

Así, el 9 de octubre no solo es un día para recordar la historia de Valencia, sino también una oportunidad para que los enamorados valencianos se obsequien este dulce regalo.

La receta del mazapán: tradición e ingredientes simples

El mazapán que se utiliza en la mocaorà es un dulce tradicional con una larga historia, probablemente de origen árabe. Su receta es simple pero deliciosa, y permite crear pequeñas obras de arte que imitan frutas, verduras y otros elementos decorativos.

Ingredientes básicos:

  • 250 g de almendra molida.
  • 250 g de azúcar glas.
  • 1 clara de huevo.
  • Colorantes alimentarios para decorar.

Preparación:

  1. Mezcla los ingredientes: Comienza mezclando la almendra molida con el azúcar glas. Añade la clara de huevo y amasa hasta obtener una pasta suave y maleable.
  2. Modela las figuras: Divide la masa en porciones y, con las manos, da forma a pequeñas frutas, hortalizas u otros símbolos. Los mazapanes deben decorarse con colorantes alimentarios para que parezcan frutas reales.
  3. Deja secar: Coloca las figuras de mazapán en una bandeja y déjalas reposar hasta que se endurezcan ligeramente.

Estos mazapanes, más que un simple dulce, son parte de una tradición que ha perdurado a lo largo de los siglos, reflejando la habilidad y el arte de los panaderos valencianos.

La astucia de los panaderos frente a la prohibición borbónica

Uno de los episodios más curiosos en la historia de la mocaorà tiene que ver con las prohibiciones que enfrentaron los valencianos durante el reinado borbónico, tras la Guerra de Sucesión. Los Decretos de Nueva Planta, impuestos por Felipe V, restringieron muchas de las festividades locales que recordaban la conquista de Jaume I, entre ellas el uso de fuegos artificiales y las grandes celebraciones en el 9 de octubre.

Sin embargo, los panaderos de Valencia encontraron una ingeniosa forma de sortear esta prohibición. Para seguir celebrando la fiesta, comenzaron a hacer mazapanes con forma de cohetes y petardos, elementos prohibidos, y los camuflaron entre los dulces que se regalaban ese día. De esta manera, aunque los fuegos artificiales reales no se podían lanzar, los valencianos continuaron celebrando su fiesta a través de estos dulces.

Este pequeño acto de rebeldía permitió que la mocaorà se mantuviera viva, y con el tiempo, esta tradición de regalar dulces de mazapán con formas creativas se consolidó como un símbolo inconfundible del 9 de octubre.

El pañuelo o “mocador”: un símbolo de amor y tradición

El pañuelo o “mocador” es otra de las piezas clave de la mocaorà. Originalmente, el pañuelo que envolvía los mazapanes se convirtió en un gesto romántico, donde los hombres ofrecían este detalle a las mujeres que amaban. El acto de regalar el pañuelo es una muestra de cariño, y por ello, la tradición perdura hoy como parte de la celebración de los enamorados en Valencia.

Los pañuelos que acompañan a los mazapanes suelen ser de tela de seda o algodón, y pueden ser simples o adornados con motivos florales. Cada pañuelo tiene un significado especial, ya que además de proteger los mazapanes, simboliza el cuidado y el afecto que el regalador siente hacia la persona a quien va dirigido.

La mocaorà hoy: Una tradición viva y arraigada

Aunque la mocaorà ha evolucionado con el paso de los siglos, sigue siendo una tradición profundamente arraigada en la cultura valenciana. Hoy en día, es común ver las pastelerías de Valencia llenas de mazapanes multicolores durante los días previos al 9 de octubre, mientras los enamorados y las familias se preparan para celebrar la festividad.

La mocaorà ha sobrevivido a prohibiciones, guerras y cambios sociales, manteniéndose como una costumbre que conecta a los valencianos con su pasado y con su identidad. Su permanencia es un testimonio de la importancia de preservar las tradiciones, que, a través de gestos sencillos como regalar un pañuelo con dulces, nos recuerdan la riqueza cultural y humana de la historia valenciana.

Reflexión final: ¿Conocías esta dulce tradición?

La mocaorà es mucho más que un simple regalo. Es una tradición que lleva consigo siglos de historia, simbolismo y cariño. Desde la conquista de Jaume I hasta los días actuales, la mocaorà ha logrado adaptarse y mantenerse viva, conservando su esencia y encanto.

¿Habías oído hablar de la mocaorà antes? ¿Has tenido la oportunidad de participar en esta dulce tradición?