El párroco de los Santos Juanes pide visitas ordenadas tras la avalancha por la restauración de los frescos
La expectación por contemplar los recién restaurados frescos barrocos de Antonio Palomino en la Iglesia de los Santos Juanes ha desbordado todas las previsiones. Este domingo, la masiva llegada de visitantes ha generado importantes dificultades para compatibilizar las visitas con la celebración de la misa, lo que ha obligado al párroco, Gonzalo Albero, a pedir orden y respeto por los horarios litúrgicos.
Una avalancha tras cinco años de obras
El templo vive una situación inédita desde que esta semana concluyeran oficialmente las obras de restauración dirigidas por Pilar Roig y el arquitecto Carlos Campos, un proyecto financiado íntegramente por la Fundación Hortensia Herrero. Los frescos, arrasados durante la Guerra Civil y recuperados tras un minucioso trabajo iniciado hace cinco años, se han convertido en un gran atractivo para vecinos y turistas.
«No podemos echar a nadie, pero hay que respetar los horarios de la eucaristía», explicaba Albero a las puertas de la iglesia tras varios intentos fallidos de desalojar el templo para iniciar la misa. El sacerdote admite que los primeros días serán «intensos» debido al gran interés del público por redescubrir este tesoro artístico de la ciudad.
Un templo vivo que nunca cerró sus puertas
A pesar de las obras, la iglesia ha mantenido el culto abierto durante todo el proceso. Sin embargo, la afluencia habitual distaba mucho de la que está experimentando ahora. Según el párroco, la restauración ha devuelto al templo «una belleza que no es para guardarla bajo llave, sino para mostrarla», y el público ha respondido de inmediato.
Durante la presentación del proyecto y del nuevo audiovisual Barroc, que recrea las fases históricas del templo, los incendios sufridos y las pinturas desaparecidas del ábside, Albero quiso agradecer el respaldo de la Fundación Hortensia Herrero: «Sin su apoyo, la mugre y los andamios seguirían en Sant Joan».
Una joya recuperada que Valencia vuelve a admirar
Los frescos de Palomino, considerados uno de los conjuntos barrocos más importantes de España, han recuperado su esplendor original y ya se han convertido en una de las visitas más comentadas de la temporada cultural en Valencia.
Mientras las obras de restauración se asientan y los visitantes continúan llegando, la parroquia insiste en ordenar las visitas para que el templo pueda seguir cumpliendo su doble función: lugar de culto y espacio patrimonial abierto a la ciudadanía.
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