El Museu de les Ciències celebra 25 años como referente de divulgación e innovación en Valencia
El Museu de les Ciències, situado en el antiguo cauce del Turia, cumple este 13 de noviembre un cuarto de siglo desde su inauguración en el año 2000. El espacio, concebido como un proyecto divulgativo, se convirtió rápidamente en un referente por su carácter interactivo, su enfoque cercano a todos los públicos y su impresionante arquitectura firmada por Santiago Calatrava.
Un museo que rompió los límites tradicionales
En sus inicios, el Museu de les Ciències supuso una revolución respecto al concepto museístico habitual. Frente a la rigidez y distancia de los museos clásicos, este espacio apostaba por la experimentación directa: “no tocar está prohibido” fue sus lemas más conocidos, impulsados por su primer director, Manuel Toharia.
La propuesta permitió al público interactuar con módulos, observar fenómenos de cerca, experimentar con elementos físicos y vivir la ciencia como un juego accesible y estimulante. La arquitectura del edificio, una de las imágenes más icónicas de Valencia, contribuyó a reforzar su identidad innovadora.
El reto de la ciencia en el siglo XXI
Veinticinco años después, Manuel Toharia mantiene viva aquella filosofía: «El reto es aplicar las nuevas tecnologías a la manera de explicar las cosas, siempre teniendo presente que está prohibido no pensar y, por lo tanto, está prohibido no aprender».
Para el divulgador, la misión del museo continúa siendo la misma: despertar curiosidad, provocar preguntas y fomentar el aprendizaje activo en un contexto donde la ciencia forma parte de la vida cotidiana.
Un espacio para descubrir y cuestionar
Cuando abrió sus puertas en el año 2000, el museo representaba el inicio de un nuevo siglo y una nueva manera de acercarse a la ciencia. Sus tres plantas, diseñadas para sorprender y estimular, daban la bienvenida a un mundo de tecnología cercana, sencilla e interactiva.
«Con un poco de suerte, la gente debería salir con más preguntas que con las que entra», afirmaba Toharia, destacando que la ciencia no consiste en memorizar respuestas, sino en descubrir nuevas formas de mirar el mundo.
Hoy, el Museu de les Ciències sigue siendo una referencia para visitantes de todas las edades y uno de los espacios más emblemáticos de la Ciutat de les Arts i les Ciències, consolidándose como una pieza clave en la divulgación científica en Valencia.
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