La XI edición se celebrará del 13 al 27 de octubre en medio centenar de espacios de la Comunitat Valenciana, con secciones dedicadas a la DANA y a los movimientos en defensa de Palestina.
El Festival Cinema Ciutadà Compromés (FCCC) celebra este mes de octubre su undécima edición con una programación que reúne casi 80 producciones audiovisuales valencianas. Organizado por Acicom, el certamen se desarrollará entre el 13 y el 27 de octubre en 50 espacios diferentes repartidos por toda la Comunitat Valenciana, con el propósito de acercar el cine a los barrios, asociaciones y centros educativos.
“Somos el festival más valenciano y más ciudadano, porque entendemos el audiovisual como una herramienta de cambio”, explica Emilia Bolinches, presidenta de honor de Acicom y miembro del jurado. “No pedimos que la gente venga al cine: llevamos el cine allí donde está la gente”.
Una mirada a la DANA y al compromiso social
Entre las novedades de esta edición destaca una sección especial dedicada a la DANA que azotó Valencia el 29 de octubre de 2024, con producciones que profundizan en la memoria del desastre y sus consecuencias sociales. Entre ellas, Tras la superficie, de Iván Fernández González; Volver a pasar, de Amparo Fortuny; y Voces de una calle, de Elena Soler González.
Además, el festival dedicará un bloque temático a la memoria histórica, con títulos como Carmela; Pedro Ruiz Sánchez: més enllà del valor; La veu de les muntanyes e Informe del Patronat de la dona, junto con una exposición sobre la literatura infantil durante la II República.
Palestina, medio ambiente e igualdad
Otro de los apartados se centrará en las luchas sociales en defensa del pueblo palestino, y en la Cumbre Colombiana por los Derechos de la Naturaleza 2025, donde se proyectarán en Bogotá obras del valenciano Pau Soler, residente entre Dénia y Colombia.
El certamen también amplía fronteras con una sección internacional que incluye proyecciones en L’Alguer (Italia), donde se exhibirá el corto de animación Sweet Cabanyal y El traginer de cançons, sobre Pep Gimeno “El Botifarra”. Por primera vez, el festival acogerá una doble sesión de cine en catalán no valenciano en la sede del Octubre Centre de Cultura Contemporània.
El FCCC incorpora además sesiones sobre igualdad y un Punto Violeta permanente para prevenir y atender posibles casos de violencia machista y fomentar la igualdad de género.
Cine con conciencia y participación
“El FCCC se construye desde la participación y el compromiso”, destaca su director, Jose Ignacio Pastor, quien también preside Acicom.
“Con cada edición recibimos más películas, más espacios se suman y más público se implica. Es la prueba de que el cine comprometido puede ser una herramienta de cohesión, debate y esperanza”, subraya.
El festival organiza las obras participantes en cuatro grandes ejes:
- Derechos humanos y cultura de paz
- Igualdad y diversidad
- Ecología y sostenibilidad
- Cultura en valenciano
Talleres, rutas y coloquios
Cada proyección irá acompañada de coloquios, talleres y debates que fomentan el pensamiento crítico y la educación en valores. Entre las actividades paralelas destacan un taller de pódcast y radio, y un taller de doblaje impartido por Francesc Fenollosa, la voz de Fullet Tortuga en Bola de Drac.
El periodista Diego Álvarez, impulsor de Crónicas del elefante, dirigirá una mesa redonda sobre “infoxicación” y fake news, mientras que los asistentes podrán participar en una ruta republicana nocturna por el centro de Valencia, con proyecciones históricas sobre fachadas actuales.
Un festival accesible y solidario
El acceso a las proyecciones es libre y gratuito, salvo en las salas comerciales, aunque el festival mantiene un sistema de taquilla inversa, que permite al público elegir la cantidad a donar tras cada sesión. Esta fórmula busca una relación más justa entre artistas y espectadores.
El FCCC 2025 cuenta con la colaboración del IVC, la Diputación de Valencia, el Ajuntament de Valencia, el MUVIM, Caixa Popular y Casa Mediterráneo.
“Nuestro objetivo es conectar a personas creadoras, entidades y ciudadanía alrededor de historias que emocionan y activan conciencias”, concluye Pastor. “El cine comprometido no solo se ve: se vive, se conversa y transforma”.