🧙♂️ Leyenda de Valencia
En las antiguas tierras de Valencia, con sus suaves brisas del Mediterráneo y sus verdes huertas, existía una leyenda que ha sido transmitida de generación en generación: la Leyenda del Dragón de la Albufera. Cuenta la tradición que, en los tiempos medievales, los pueblos que bordeaban la Albufera vivían atemorizados por la presencia de un monstruo terrible, un dragón que había hecho su guarida en sus profundidades. Este dragón, conocido por los ancianos del lugar como la «Serpiente de San Jorge», reclamaba cada año un tributo para no salir de su cueva y arrasar con las cosechas y rebaños de los lugareños.
Esta criatura mítica poseía un aliento que podía marchitar las plantas y envenenar las aguas, lo que suponía una amenaza constante para el sustento de los aldeanos. La desesperación cundía mientras el temor crecía, porque se sabía que, si no se cumplía con el tributo, el dragón emergía, devastando todo a su paso.
Sin embargo, la esperanza brotó en el corazón de los valencianos con la llegada de San Jorge, un valiente caballero que, al enterarse de la desgracia que afligía al pueblo, decidió enfrentarse a la bestia. San Jorge había recorrido innumerables caminos, enfrentándose a criaturas malvadas y defendiendo a los inocentes, y no iba a permitir que el dragón de la Albufera continuara sometiendo a estos nobles pueblos.
La leyenda narra que cuando San Jorge llegó a la Albufera, subió a una colina desde donde se podía ver el vasto lago antes de la batalla. Allí, oró con fervor, pidiendo la protección divina para enfrentarse a la criatura. Armado solo con su espada y su inquebrantable fe, se adentró en la cueva del dragón, decidido a acabar con el sufrimiento de los aldeanos.
El enfrentamiento fue feroz. Los rugidos del dragón resonaban en toda la comarca, y las aguas de la Albufera estaban encrespadas por la furia de la criatura legendaria. Sin embargo, San Jorge, con su destreza en el combate y su valor, logró herir mortalmente al dragón. Se dice que, en el momento exacto en que la criatura cayó vencida, una poderosa tormenta estalló en los cielos; la lluvia torrencial limpiaba la tierra como un símbolo de renovación y salvación.
El pueblo, al ver el fin del dragón, surgió de su escondite, celebrando la victoria de San Jorge. En su honor, erigieron una pequeña iglesia dedicada al santo, agradeciendo su intervención divina. Así, San Jorge se convirtió en un símbolo de valentía y protector del pueblo valenciano.
Con el paso de los años, esta historia se transformó en parte del folclore local, transmitida oralmente en los mercados, en las noches alrededor de las hogueras o durante las celebraciones tradicionales. La leyenda del dragón de la Albufera, y la valentía de San Jorge, se recordaron no solo como parte de la historia de la región, sino también como una lección sobre el valor y la fuerza del espíritu humano frente a dificultades aparentemente insuperables.
Durante generaciones, esta leyenda ha servido para mantener viva una parte esencial de la identidad cultural de Valencia, recordando a sus habitantes la importancia de la unión y la fe ante la adversidad. Aunque el dragón es solo una figura simbólica, su historia permanece grabada en la memoria de la región, alimentada por el orgullo y la tradición que los valencianos han sabido preservar hasta nuestros días.