La leyenda del origen de la horchata
Según una popular tradición valenciana, el rey Jaume I el Conquistador (siglo XIII) habría pronunciado la famosa frase «Açò és or, xata!» al probar por primera vez la horchata de chufa. Cuenta la leyenda que una joven campesina ofreció al monarca una bebida blanca y dulce (lo que hoy llamamos horchata) durante la conquista de Valencia en 1238. El rey, sorprendido por su sabor, preguntó qué era aquello, a lo que la muchacha respondió: «És llet de xufa» (leche de chufa). Maravillado, Jaume I exclamó en valenciano: «Això no és llet, això és or, xata!» —es decir, “¡Esto no es leche, esto es oro, chata (guapa)!”—, dando a entender que la bebida valía su peso en oro. A partir de esta ingeniosa ocurrencia, el nombre de la bebida habría quedado bautizado como “orxata”, juego de palabras entre «or» (oro) y «xata» (chata/guapa), término del que derivaría la palabra castellana horchata. Esta entrañable anécdota se ha transmitido de generación en generación como explicación pintoresca del origen del nombre de la horchata.
Falta de evidencia histórica
Por muy arraigada que esté la leyenda, no existe ninguna documentación histórica que confirme este episodio. Ni en la Crónica del propio Jaume I ni en otros textos medievales aparece registro alguno de que el rey probara una “leche de chufas” ni pronunciara semejante elogio. Historiadores y especialistas consideran el relato un mito moderno, sin base documental real. De hecho, el historiador gastronómico Carlos Azcoytia critica con ironía estas “elucubraciones” atribuidas a un rey medieval “sin ni siquiera dar una pista de dónde han sacado semejantes elucubraciones, evidentemente porque no existen constancias históricas de nada de lo que dicen”. En la misma línea, un artículo divulgativo de la Universitat de València señala que aunque se sugiera que la horchata ya existía en época andalusí, “no existen documentos históricos” que lo acrediten – menos aún constancia de la célebre frase en labios de Jaume I. Los expertos incluso subrayan claros anacronismos en la leyenda: por ejemplo, el término coloquial «xata» (equivalente a “chica” o “guapa”) no aparece documentado en valenciano sino hasta épocas muy posteriores, debido al influjo del castellano. Es altamente improbable que un rey del siglo XIII utilizara la palabra xata, lo que delata que el relato tal como se cuenta hoy no pudo originarse en la Valencia medieval.
Orígenes reales del término horchata
Frente a la fábula del “oro, chata”, la etimología del vocablo horchata ofrece una explicación más verosímil. Filólogos e historiadores rastrean el término al latín hordeata (derivado de hordeum, cebada), que designaba antiguamente una bebida de cebada. Esta palabra habría evolucionado en el habla romance: del latín pasó al francés antiguo (orgeat, de orge “cebada”) y de ahí al catalán/valenciano orxata, término con el que posteriormente se nombró la bebida de chufa. En otras palabras, horchata originalmente significaba “agua de cebada” antes de asociarse a la chufa. Con el tiempo, la llet de xufa andalusí y medieval se integró bajo ese nombre genérico al popularizarse como refresco regional. La primera mención escrita conocida de la horchata de chufa data del siglo XVIII (en 1762, en un tratado botánico de José Quer), muy posterior a Jaume I. Esto refuerza la idea de que la denominación surgió por vías lingüístico-culturales, no por una ocurrencia espontánea del monarca medieval.
Una leyenda de tradición reciente
A pesar de la falta de rigor histórico, la historia de «Açò és or, xata!» ha calado hondo en la cultura popular valenciana. Se la incluye habitualmente en el repertorio de leyendas locales sobre Jaume I, junto a otras narraciones épicas o milagrosas de la conquista. Organismos y publicaciones regionales la relatan como una leyenda entrañable, destacando cómo el plaer de la horchata “conquistó” también a los conquistadores cristianos. En efecto, la tradición oral valenciana ha conservado esta anécdota pintoresca, pero los investigadores señalan que se trata de un mito totalmente infundado desde el punto de vista histórico. De hecho, existe evidencia de que la leyenda, tal como la conocemos, es relativamente moderna: no se ha encontrado rastro escrito de la versión protagonizada por Jaume I anterior a 1977, año en que empieza a aparecer en folletos publicitarios de horchaterías, pasando luego a artículos periodísticos sin verificación rigurosa. Es probable que durante la Transición española, al revalorizarse la figura de Jaume I como héroe nacional valenciano, se le acabara atribuyendo esta anécdota legendaria para enaltecer el producto regional. De hecho, incluso versiones alternativas de la leyenda han circulado en el pasado: una investigadora recogió el testimonio de una anciana horchatera de Alboraya que atribuía la frase no a Jaume I sino al rey Alfonso XIII, a quien recordaba de su juventud. Este detalle revela que la historia funcionaba como una invención popular adaptable, aplicándose a distintos monarcas según la época, con el fin último de magnificar la categoría de la horchata (¡una bebida digna de reyes!). No es casualidad que numerosos comercios valencianos de los siglos XIX-XX alardearan de ser “Proveedor de la Real Casa” – vincular un producto con la realeza siempre ha sido buen marketing, y la horchata no fue la excepción.
En conclusión, la exclamación «Açò és or, xata!» pertenece al folclore romántico valenciano, no a los crónicas fidedignas de la conquista. No hay constancia histórica de que Jaume I pronunciara tales palabras ni de que el nombre de la horchata provenga de ese juego lingüístico. Ello no impide que la leyenda siga viva: es un relato simpático y entrañable, parte del imaginario popular y de la promoción cultural de Valencia. Sin embargo, a la luz de la investigación histórica y filológica, debemos considerarla una mera fábula – una bonita historia sin fundamento real, cuyo mérito reside más en su valor tradicional que en su veracidad. La horchata, auténtico “oro líquido” de la huerta valenciana, no necesita mitos para brillar: su verdadera historia, forjada a caballo entre la herencia andalusí y la cultura mediterránea posterior, es suficientemente rica y fascinante por sí misma.
Fuentes: Valencia Bonita; Universitat de València (The Conversation); Carlos Azcoytia – Historia de la Cocina; D.O. Chufa de Valencia; La Horchata: historia y arte de la chufa valenciana (Carles Recio & J. L. Palau, 2003); El País (El Comidista).