La celebración anual del Santo Cáliz convoca a fieles, autoridades y representantes de la cultura valenciana en una emotiva ceremonia en la Catedral Metropolitana.
Ayer, la Catedral de Valencia acogió la festividad anual del Santo Cáliz, evento de gran significado en el calendario litúrgico de la ciudad, presidido por el arzobispo Enrique Benavent. Este año, la celebración fue adelantada una semana para no coincidir con las vísperas de Todos los Santos. Durante la misa, que tuvo lugar a las 19 horas, se entregaron cuatro réplicas de la venerada reliquia a distintas parroquias de la Archidiócesis, y el Santo Cáliz fue llevado en procesión al altar mayor, en una ceremonia que une devoción y tradición valenciana.
El Santo Cáliz: historia, fe y devoción
La historia del Santo Cáliz, que llegó a la Catedral en el siglo XV, está cargada de misterio y devoción, ya que según la tradición, se trata del cáliz utilizado por Jesucristo en la Última Cena. Considerado uno de los mayores tesoros religiosos de la ciudad, esta reliquia solo sale de su capilla en dos ocasiones anuales: en la Fiesta del Santo Cáliz y el Jueves Santo. Ambas celebraciones representan un momento de especial fervor y reúnen a fieles de toda la región.
La procesión del Santo Cáliz es un momento de respeto y reverencia, simbolizando la conexión histórica y espiritual entre el pasado y el presente de la comunidad valenciana. Una vez finalizada la eucaristía, el cáliz regresó a su capilla, donde permanece durante el resto del año.
Entrega de réplicas a parroquias de la Archidiócesis
Uno de los momentos más significativos de la celebración fue la bendición y entrega de cuatro réplicas del Santo Cáliz a las parroquias Santa Ana de Valencia, Santos Reyes de Yátova, San José de Gandia y Asunción de Nuestra Señora de Utiel. Este gesto simboliza la extensión de la devoción por el Santo Cáliz más allá de la Catedral, permitiendo a otras comunidades religiosas compartir el vínculo espiritual con la histórica reliquia. Cada réplica representa para las parroquias una conexión directa con la sede metropolitana y fortalece la identidad compartida en la Archidiócesis.
Los sacerdotes de las parroquias que recibieron las réplicas participaron en la misa, concelebrando junto al arzobispo y otros miembros del clero. Además, miembros de la Cofradía del Santo Cáliz y de la Real Hermandad del Santo Cáliz, así como representantes de entidades culturales como Lo Rat Penat y la Real Acadèmia de Cultura Valenciana, también estuvieron presentes, mostrando el apoyo a esta tradición centenaria.
Una ceremonia que une a la comunidad valenciana
Este evento anual reúne a fieles, autoridades y figuras destacadas de la cultura valenciana. Este año, el Ajuntament de València estuvo representado por José Gosálbez, concejal de Devesa-Albufera y mayores, mientras que también asistieron en representación de las Fiestas Vicentinas y otros estamentos religiosos y cívicos de la ciudad. La misa contó con la presencia de la honorable clavariesa de 2024, Toña, y de representantes de fuerzas de seguridad y autoridades locales, lo que subraya la relevancia de esta festividad en el tejido social de la ciudad.
La participación de distintas autoridades y representantes culturales evidencia el papel integrador que juega la festividad del Santo Cáliz en Valencia, trascendiendo lo puramente religioso y convirtiéndose en un símbolo de unión y respeto a las tradiciones.
Un símbolo de fe en el corazón de Valencia
La festividad del Santo Cáliz no solo atrae a fieles por su valor religioso, sino también como reflejo de la identidad cultural valenciana. La ceremonia anual, que conecta con siglos de historia y tradición, es un recordatorio de la profunda influencia del Santo Cáliz en el legado espiritual de la ciudad. Esta celebración, al mismo tiempo solemne y cercana, permite a los valencianos reafirmar sus raíces y valores compartidos, y ofrece a los visitantes una visión de la riqueza cultural de la ciudad.