El misterio de los merlones desaparecidos de las Torres de Serranos: historia de un monumento que renació varias veces
Introducción: ¿Cómo pueden desaparecer y reaparecer piedras de una muralla medieval?
Pocos monumentos en Valencia guardan un enigma tan peculiar y visual como las Torres de Serranos. Durante más de dos siglos, sus almenas (o merlones) de la barbacana —esa estructura defensiva adelantada— desaparecieron misteriosamente, solo para volver a alzarse, décadas después, sobre la ciudad. ¿Fantasmas de piedra? ¿Magia arquitectónica? La explicación es mucho más humana, pero no menos fascinante: detrás de estos vaivenes está la propia historia de Valencia, sus cambios políticos, sus restauraciones artísticas… y un curioso tira y afloja entre memoria histórica y pragmatismo.
Valencia amurallada: una ciudad que defendía su orgullo
Como toda gran ciudad medieval, Valencia se protegió desde muy temprano con potentes murallas. Su ubicación estratégica junto al mar y el río Turia la convirtió en un enclave codiciado. Ya en época romana existía un primer recinto defensivo, ampliado por los musulmanes y reforzado en época cristiana tras la conquista de Jaime I en 1238.
Sin embargo, fue en el siglo XIV cuando la ciudad emprendió una ambiciosa reforma de sus defensas, empujada por dos amenazas: las guerras contra Castilla y las temibles riadas del Turia. El resultado fue una impresionante muralla tardomedieval, jalonada de puertas monumentales.
Las Torres de Serranos: mucho más que una puerta
En este contexto nacen las Torres de Serranos (1392-1398), concebidas no solo como una defensa militar sino como un auténtico símbolo de poder. El maestro cantero Pere Balaguer recibió el encargo de construir una puerta imponente que mostrara a los visitantes del norte (comerciantes, viajeros, embajadores…) el esplendor económico y político de Valencia.
Inspirándose en modelos de arquitectura gótica observados en otros reinos, Balaguer diseñó una entrada fortificada con una barbacana emmerletada —es decir, coronada de almenas o merlones decorativos y defensivos—. Estos elementos eran habituales en fortalezas de prestigio y en este caso incorporaban un detalle muy especial: coronas reales esculpidas sobre cada merlón.
¿Por qué merlones con coronas?
Este detalle no es casual. El rey Pedro IV de Aragón, conocido como “el Ceremonioso”, había otorgado a Valencia el privilegio de lucir un escudo coronado, símbolo de su importancia dentro de la Corona de Aragón. Las coronas labradas sobre los merlones eran un guiño a ese orgullo cívico y a la estrecha relación con la monarquía.
Grabados como el famoso frontispicio del libro Regiment de la cosa pública (1499) de Francesc Eiximenis muestran con claridad estos merlones coronados, dejando constancia de su existencia original.
La desaparición de los merlones: pragmatismo frente a estética
Pero los siglos no pasan en balde. Las Torres de Serranos, tras perder su función defensiva, fueron utilizadas como prisión desde 1586. El descuido y el paso del tiempo deterioraron sus elementos arquitectónicos, hasta el punto de convertirse en un peligro.
En 1775, las autoridades decidieron eliminar los merlones de la barbacana por seguridad: las piedras podían desprenderse y causar un accidente. Así, durante más de 120 años, las torres mostraron un perfil incompleto, despojado de su coronamiento defensivo.
La restauración del siglo XIX: José Aixá y la recuperación de la memoria
El cambio llegó en 1888, cuando las Torres de Serranos dejaron de usarse como prisión y se inició una campaña de rehabilitación monumental. En 1895, el escultor y restaurador valenciano José Aixá recibió el encargo de devolverles su esplendor.
Siguiendo la documentación histórica y los grabados antiguos, Aixá procedió en 1896 a reponer los merlones de la barbacana, devolviendo a las torres parte de su silueta original.
Una fotografía de 1898 es especialmente ilustrativa: muestra el proceso de reposición de las almenas, ya instaladas en una torre mientras se trabaja en el resto.
¿Y las coronas reales? El peso de la política
Sin embargo, había un detalle que Aixá no repuso: las coronas reales que originalmente remataban cada merlón. ¿Por qué? La respuesta es histórica y política.
En 1908, el Ayuntamiento de Valencia, dominado por un clima ideológico republicano, tomó la decisión de no reinstalar esos símbolos monárquicos. La ciudad, como tantas otras en España, vivía un debate sobre la presencia de símbolos reales en el espacio público.
Así, las Torres de Serranos recuperaron sus merlones, pero despojados de coronas. Un detalle que hoy, quizás, pasa desapercibido a los turistas, pero que nos habla de los vaivenes de la historia y de cómo incluso la piedra refleja los cambios de mentalidad.
Consecuencias y legado: un monumento vivo
Hoy las Torres de Serranos se alzan majestuosas, vigilando el antiguo cauce del Turia, símbolo indiscutible de Valencia. Pero detrás de su apariencia “medieval” se esconde una historia de ausencias, restauraciones y decisiones políticas.
Los merlones reaparecieron gracias al trabajo de historiadores y restauradores comprometidos con el patrimonio. Las coronas, en cambio, siguen siendo un testimonio mudo de los cambios ideológicos que ha vivido la ciudad.
Reflexión final: las piedras también tienen memoria
La historia de los merlones de las Torres de Serranos nos enseña que los monumentos no son simples restos del pasado. Son construcciones vivas, reinterpretadas generación tras generación, adaptadas a nuevos contextos políticos, estéticos o sociales.
Visitar las Torres de Serranos no es solo admirar una fortaleza medieval; es recorrer con la mirada las huellas de una ciudad que ha sabido conservar, restaurar y, a veces, reinventar su pasado.
Porque, al fin y al cabo, la historia —como los merlones de Serranos— también aparece y desaparece… según cómo decidamos recordarla.
¿Sabías que las Torres de Serranos perdieron sus almenas durante más de 100 años? Así desaparecieron… y volvieron a aparece
Línea cronológica central
1. 1398 — Construcción original
Las torres se construyen con barbacana emmerletada (con merlones coronados).
Iconografía real en lo alto como símbolo de poder.

(Imagen sugerida: Grabado color antiguo o recreación con merlones y coronas)

2. 1775 — Desaparición de los merlones
Por riesgo de desprendimiento, se eliminan los merlones de la barbacana. Las torres quedan “desnudas”.



3. 1896 — Restauración de los merlones
El escultor José Aixá repone los merlones siguiendo documentación histórica. Vuelven las almenas… pero sin coronas.

4. 1908 — Decisión política: sin coronas reales
En pleno contexto republicano, el Ayuntamiento decide no restaurar las coronas monárquicas originales.
(Imagen sugerida: Foto antigua ya con merlones restaurados pero lisos)
5. Actualidad
Las Torres de Serranos lucen sus merlones restaurados, aunque las coronas siguen desaparecidas… ¿volverán algún día?
(Imagen sugerida: Foto actual a color)
