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Valencia convierte a sus muertos en activistas energéticos con el proyecto ‘Requiem in Power’, una apuesta pionera por la sostenibilidad desde el más allá.
Introducción: Cuando los nichos hacen más que guardar secretos
La ciudad de Valencia, en su firme compromiso con la sostenibilidad, está convirtiendo sus cementerios en algo más que un lugar de descanso eterno. Ahora, los camposantos municipales serán los encargados de iluminar la vida de 800 hogares vulnerables y recortar la factura de la luz de varios edificios públicos. Con el proyecto ‘Requiem in Power’ (RIP, para los amigos), Valencia se prepara para dar un paso hacia la sostenibilidad energética mientras ahorra toneladas de dióxido de carbono… y quizá algo de miedo a la oscuridad.
Paneles solares en los cementerios: ¿Energía o teletransporte?
Olvídate de los fantasmas: en el cementerio de Campanar, lo que más brilla no son las leyendas urbanas, sino 375 placas solares instaladas sobre los nichos. Imagina explicar a tus amigos que la energía de tu casa viene de “los vecinos del más allá”. Estas placas ya están listas para generar 161,25 kWp, lo que, traducido al idioma terrenal, significa que Campanar será el primero en enchufarse a la red con energía 100% mortuoria.
Los cementerios de Benimàmet y el Grau tampoco se quedan atrás:
- Benimàmet: 259 paneles en una superficie de 564 metros cuadrados.
- Grau: 176 paneles en 318,70 metros cuadrados.
Y mientras los cementerios General y del Cabanyal ultiman sus instalaciones, la pregunta flota en el aire: ¿nos despedimos de las velas votivas para siempre?
El impacto del RIP: ¿Una factura más ligera o un giro inesperado?
Este proyecto no es solo un homenaje a la sostenibilidad, también es un alivio para las arcas municipales. Cuando esté completado, las más de 6.600 placas solares de los cinco cementerios generarán 2.800 kWp anuales. El reparto es claro:
- 75% de la energía se destinará a edificios municipales.
- 25% a hogares en situación de vulnerabilidad, seleccionados por los Servicios Sociales.
Así, Valencia no solo ahorra más de 1.000 toneladas de CO₂ al año, sino que convierte el sol en una fuerza redistributiva: de los cementerios a las familias que más lo necesitan.
¿Qué dirán los difuntos? Reflexión (y risas) entre placas y epitafios
Valencia se está consolidando como una de las ciudades europeas más innovadoras en eficiencia energética. Sin embargo, no podemos evitar imaginar los posibles epitafios que decorarán estos camposantos solares:
- “Aquí descansa… y genera 300 vatios por hora.”
- “De aquí al cielo, vía panel solar.”
- “Si este nicho brilla, no es un fantasma. Es energía limpia.”
Más allá de las bromas, Requiem in Power es una apuesta seria por un futuro más verde y menos dependiente de fuentes de energía contaminantes. Con un presupuesto de 3,2 millones de euros y el respaldo de la Capitalidad Verde Europea 2024, Valencia demuestra que incluso los lugares más insospechados pueden convertirse en agentes del cambio climático.
Pregunta para el lector:
¿Te imaginas que tu próxima factura de la luz venga “firmada” por tu tatarabuelo? 🤔