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Prisión de Mujeres de València, Bien de Relevancia Local

Prisión de Mujeres de València, Bien de Relevancia Local

La Prisión de Mujeres de València, ubicada en el paseo de la Pechina, ha sido un testimonio silente de la historia más oscura de la ciudad. Este complejo, construido entre 1922 y 1925, no solo albergó a la población reclusa femenina hasta 1991, sino que también se convirtió en un símbolo de resistencia y represión durante el régimen franquista. En este artículo, exploraremos su significado histórico, su estructura arquitectónica y su reciente reconocimiento como Bien de Relevancia Local.

Introducción a la Prisión

La Prisión de Mujeres de València fue el primer y único edificio diseñado específicamente para albergar a mujeres en toda la historia de la ciudad. Fue construida según el modelo del panóptico, una estructura que permitía a los guardias observar a las reclusas en todo momento, privándolas de comunicación incluso durante sus paseos internos[2]. Este diseño, aunque común en la época, refleja la dura realidad de las condiciones en las que vivían las mujeres allí encarceladas.

Historia y Represión

Durante el franquismo, la prisión se convirtió en un lugar de represión para las mujeres republicanas. Muchas de ellas fueron encarceladas en condiciones infrahumanas, y en algunos casos, sus hijos fueron separados de ellas, lo que hoy se conoce como los «niños robados»[7]. La prisión fue un centro de resistencia y lucha, donde las mujeres encarceladas encontraron formas de resistir a la represión del régimen a través de la organización y la solidaridad entre ellas.

Estructura y Arquitectura

La prisión sigue el diseño del panóptico, inspirado en las ideas de Jeremy Bentham, que buscaba maximizar la vigilancia y el control sobre los reclusos. Este modelo, aunque innovador en su época, refleja una visión utilitaria de la arquitectura penitenciaria. El complejo consta de tres edificios que ocupan una parcela en el barrio de Nou Moles, en el distrito de L’Olivereta[5].

Reconocimiento como Bien de Relevancia Local

En noviembre de 2024, la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de València acordó elevar el nivel de protección de la antigua cárcel y proponer su declaración como Bien de Relevancia Local (BRL), categoría que reconoce su valor histórico, artístico y arquitectónico en el ámbito local[3][5]. Esta declaración es crucial para preservar la integridad cultural y asegurar las medidas urbanísticas necesarias para su conservación[3].

Impacto en la Memoria Democrática

La antigua cárcel de mujeres es un lugar estrechamente vinculado a la memoria democrática de València. Su reconocimiento como Bien de Relevancia Local no solo protege su legado arquitectónico, sino que también honra a las mujeres que lucharon contra la represión durante el franquismo. Este reconocimiento es un paso hacia la preservación de la historia de la ciudad y hacia la reconciliación con su pasado[2].

Proceso de Reconocimiento

El proceso para convertir la antigua cárcel en un Bien de Relevancia Local inició durante la pandemia, cuando se valoró la conveniencia de incrementar su protección[3]. La Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de València ha giocado un papel crucial en este proceso, y finalmente, será la Generalitat Valenciana quien apruebe definitivamente la propuesta[5].

Desafíos y Oportunidades

El reconocimiento de la antigua cárcel como Bien de Relevancia Local presenta tanto desafíos como oportunidades. Por un lado, requiere un esfuerzo continuo para preservar la integridad del edificio y su historia. Por otro, ofrece una oportunidad de revitalizar el espacio y convertirlo en un lugar de memoria viva y educación para las generaciones futuras.

Futuro y Conservación

El futuro de la antigua cárcel está ligado a su conservación y protección. La declaración como Bien de Relevancia Local asegura que el edificio seguirá siendo un testimonio de la historia de València, y su valor histórico y arquitectónico será preservado para las generaciones venideras. Además, la incorporación de la prisión en el patrimonio cultural de la ciudad podría fomentar la creación de espacios de reflexión y educación sobre la historia reciente de España.

Conclusión

La antigua cárcel de mujeres de València es un lugar emblemático de la lucha por la libertad y la justicia social. Su reconocimiento como Bien de Relevancia Local marca un paso importante hacia la preservación de la memoria democrática de la ciudad. A medida que avanzamos hacia el futuro, es crucial que sigamos protegiendo y recordando la historia que este lugar representa, asegurando que su legado continúe siendo relevante y educativo para las generaciones futuras.

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