Mazón reclama ayudas pendientes para 38.000 afectados por la DANA
El presidente de la Generalitat refuerza su compromiso con los damnificados
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha intensificado sus esfuerzos para exigir al Gobierno central el desbloqueo de las ayudas económicas pendientes dirigidas a las más de 38.000 personas afectadas por la DANA de 2019, una de las catástrofes naturales más devastadoras que ha vivido la Comunitat Valenciana en los últimos años.
En un movimiento discreto pero constante, Mazón ha liderado una estrategia de proximidad que incluye numerosas reuniones directas con asociaciones de damnificados, alcaldes y plataformas ciudadanas, todo con el propósito de dar respuesta inmediata a las necesidades de quienes continúan esperando una solución real a sus problemas.
Una tragedia que dejó huella en el sur de la Comunitat Valenciana
La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) de septiembre de 2019 provocó inundaciones históricas en las comarcas del sur como la Vega Baja, generando daños millonarios en infraestructuras, viviendas, cultivos y medios de vida de miles de familias.
La memoria de ese desastre sigue viva en localidades como Orihuela, Almoradí, Redován o Dolores, donde muchos vecinos aún esperan reparaciones que nunca llegaron o compensaciones económicas que quedaron en el olvido burocrático.
Impacto de la DANA: cifras que hablan por sí solas
- Más de 38.000 damnificados directos.
- Más de 3.000 millones de euros en pérdidas económicas.
- 1.500 viviendas inutilizadas.
- Infraestructuras públicas colapsadas.
A pesar del tiempo transcurrido, muchas de las ayudas prometidas por el Gobierno central siguen sin materializarse, lo que ha provocado el hartazgo entre las comunidades afectadas y un fuerte sentimiento de abandono institucional.
“No vamos a abandonar a quienes lo perdieron todo”
Carlos Mazón ha reiterado que el Consell está comprometido con la causa y no cesará en sus esfuerzos hasta que las ayudas DANA sean efectivas para todos los afectados. Su línea de actuación se basa en cuatro ejes fundamentales:
- Presión institucional al Gobierno central para desbloquear los fondos.
- Contactos permanentes con ayuntamientos y plataformas vecinales.
- Transparencia en la gestión y seguimiento de las peticiones de ayuda.
- Plena coordinación entre las consellerias implicadas.
“No vamos a abandonar a quienes lo perdieron todo por la DANA. Llevan cinco años esperando justicia social y económica, y esta Generalitat va a seguir trabajando incansablemente para exigirla”, afirmó Mazón durante un acto reciente en la provincia de Alicante.
Reuniones constantes y escucha activa: una política alejada del escaparate
A diferencia de acciones puramente mediáticas, Mazón ha optado por un enfoque más discreto e íntimo, reuniéndose regularmente con los colectivos afectados sin anunciar públicamente cada encuentro. Esta estrategia busca evitar politizaciones y fomentar el diálogo constructivo.
Encuentros clave impulsados por Mazón
- Reuniones privadas con alcaldes de municipios afectados para evaluar necesidades prioritarias.
- Encuentros con asociaciones de afectados para dar seguimiento al estado de las ayudas prometidas.
- Visitas institucionales sin prensa a barrios dañados, reforzando el contacto directo con la ciudadanía.
Este modelo ha sido muy bien recibido por las comunidades afectadas, que valoran el compromiso del presidente al margen de los focos, demostrando una sensibilidad política alineada con las reales necesidades del territorio.
Un retraso que exige respuesta inmediata del Gobierno central
Cinco años después del desastre, las ayudas comprometidas por el Estado para reconstrucción de viviendas, reparación de infraestructuras municipales y apoyo al sector agrícola siguen paralizadas en muchas fases del procedimiento administrativo.
Mazón ha remitido varios escritos formales al Ministerio de Hacienda y al Ministerio de Transición Ecológica para solicitar:
- La ejecución inmediata de fondos ya aprobados.
- La creación de una ventanilla única de atención a damnificados.
- La revisión del modelo de ayudas y baremación de daños para agilizar los pagos.
Además, ha propuesto la distribución de parte de los fondos europeos de resiliencia para cubrir las carencias estructurales aún existentes en municipios que, a día de hoy, siguen sin obras de canalización adecuadas ni planes eficaces de prevención ante nuevas DANAs.
Solidaridad territorial desde otras comarcas
El esfuerzo de la Vega Baja ha encontrado aliados en otras comarcas de la Comunitat. Alcaldes y concejales de zonas como L’Alacantí o el Baix Vinalopó han mostrado su apoyo mediante declaraciones conjuntas y propuestas de colaboración técnica y administrativa.
Este respaldo transversal fortalece la posición de la Generalitat en sus reclamaciones a Moncloa, consolidando el mensaje de que la DANA es una cuestión de comunidad y justicia territorial.
El reto del futuro: resiliencia y prevención ante nuevas DANAs
Más allá de la resolución del pasado, Carlos Mazón también ha fijado como prioridad la inversión en infraestructuras resilientes frente al cambio climático, conscientes de que fenómenos similares podrían repetirse con más frecuencia en los próximos años.
Planes activos de prevención y adaptación
- Limpieza y mejora de cauces y barrancos estratégicos.
- Creación de zonas de laminación que reduzcan el impacto de inundaciones.
- Actualización del Plan Integral Contra Inundaciones de la Comunitat Valenciana.
- Colaboración con la Confederación Hidrográfica del Segura.
Estas iniciativas buscan convertir a la Vega Baja en un referente de adaptación climática, combinando la recuperación del pasado con una visión a largo plazo sostenible y segura.
Conclusión: la esperanza sigue viva
A pesar del silencio institucional en muchos aspectos, la perseverancia de las víctimas y el impulso firme del actual Consell hacen visible un futuro donde las promesas incumplidas puedan, por fin, transformarse en realidades concretas.
Carlos Mazón ha tomado las riendas con firmeza, recordando que los damnificados de la DANA no están solos. Su mensaje es claro: “No dejaremos de exigir lo que nos corresponde por justicia, no por compasión”.
El tiempo dirá si esta lucha obtiene frutos, pero lo que es innegable es que el compromiso actual representa una nueva esperanza para miles de familias que aún sueñan con recuperar la normalidad.