El comandante de la Guardia Civil Federico Valdés se encontró en su casa muerto de un tiro en la sien, creiendose en los primeros momentos que se había suicidado, pero pronto se vió que no fue así que había sido víctima de un asesinato, En el mismo sitio que se encontró el cadáver se encontró una cápsula de revorver descargada, pero no allí ni en la casa se encontró el arma. El señor Valdes era viudo y dejava cinco hijos. El asesino, cuyo móvil se sabe que no era el robo. Se suicidó con la misma arma, el jueves El 17 aparecía el cadáver de Cabezas en la plaza del Socorro . Se había suicidado de un disparo al comprender que no podía escapar de la justicia.
El comandante de la guardia civil Federico Valdés tomaba el baño en su casa el 14 de agosto cuando le asesinó su asistente, Manuel Cabezas. Le disparó un tiro de revólver y se fue tranquilamente. El crimen lo descubrieron sus hijas al volver de pasear.
La muerte en extrañas circunstancias del respetable comandante de la Guardia Civil Federico Valdés, con apenas 49 años, causó gran conmoción en la ciudad en el verano de 1911. El comandante comió el día de su fallecimiento en su casa de Cirilo Amorós, acompañado de sus hijos, almuerzo que les sirvió su asistente Manuel Cabezas.